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Tan seguro como que el sol sale por el este y se pone por el oeste, el nombre de Cristiano Ronaldo apareció en la alineación de Portugal el viernes por la noche. Quizás por última vez. Pero no hubo romanticismo en su elección, Roberto Martínez lo quería allí.
Solo el portero Diogo Costa jugó más minutos para Portugal este verano, ya que su torneo cesó con una derrota en la tanda de penales por 5-3 ante Francia. Se sintió como un final abrupto para uno de los mayores talentos futbolísticos del mundo, que derramó más lágrimas en este campeonato que cualquier otra cosa.
Esta vez, sin embargo, las lágrimas no eran de Ronaldo. En cambio, el papel del capitán de Portugal era consolar a un lloroso Pepe mientras otra dolorosa eliminación en cuartos de final cobraba pleno protagonismo.
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Cristiano Ronaldo consoló a Pepe después de la derrota por penales de Portugal ante Francia
Portugal generó un xG de 9.41 en los cinco partidos que jugaron, pero solo anotaron tres goles (cinco si se incluyen los autogoles de Robin Hranac de la República Checa y de Samet Akaydin de Turquía). El saldo personal de goles de Ronaldo ascendió a cero.
Entonces, ¿por qué el jugador de 39 años fue elegido para liderar la línea contra Francia sobre la abundancia de talento en el excepcionalmente dotado banquillo de Portugal? Ni Diogo Jota ni Goncalo Ramos ni siquiera llegaron a pisar el campo, a pesar de que el juego se extendió hasta los 120 minutos – Martínez persistió con su delantero laborioso durante todo el tiempo. Bruno Fernandes fue reemplazado a falta de 15 minutos, pero no Ronaldo.
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Ronaldo fue consolado por sus compañeros de equipo después de que le detuvieran un penal en la prórroga contra Eslovaquia
Lo que es aún más alarmante, es que Portugal no anotó en absoluto durante sus últimos tres partidos. Una derrota por 2-0 ante Georgia (con un equipo severamente debilitado que aún incluía a Ronaldo), fue seguida por empates sin goles contra Eslovenia y luego, fatalmente, contra Francia. ¿Seguramente Martínez estaba sintiendo la presión? ¿O tal vez los seguidores portugueses y la prensa también temen lo que podría causar un contraataque de Ronaldo a la supuesta estabilidad de un equipo tan a menudo salvado por su famoso N.º 7?
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Porque, seamos sinceros, la selección de Ronaldo no se hizo por mérito, fue dictada por las rigurosidades de la reputación. Martínez tuvo miedo de dejarlo fuera. La firme creencia de Ronaldo en sí mismo frente a la creciente evidencia en su contra impregnó a todos dentro del campamento de Portugal – había poco margen para hacer argumentos. Ciertamente ninguno considerado lo suficientemente válido como para prescindir del gran hombre.
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Y así Jota, Ramos y compañía observaron cómo Ronaldo disfrutaba de seis toques menos de balón que el portero Costa, y menos que cualquier otro jugador portugués. Agonizaron mientras Portugal creaba, respaldado por datos de xG superiores (1.84 frente a 1.14 de Francia), las oportunidades más presentables de los dos equipos sin encontrar la red. Y finalmente, desesperaron mientras Theo Hernández de Francia marcaba el penal decisivo.
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Tras eliminar a Portugal, Francia jugará contra España en las semifinales de la Eurocopa 2024
Ni Jota, Ramos ni ningún otro suplente de mentalidad ofensiva -reservemos algo de simpatía también para Pedro Neto- tuvieron la oportunidad de impactar en el juego. Y así la fascinación por Ronaldo -que sí convirtió su penal en la tanda- vuelve a ser cuestionada. Sigue siendo un síntoma de una terquedad más amplia tanto de él como de Portugal. Ni él ni su país pueden avanzar desde sus días de gloria.
Ronaldo ha representado a Portugal en seis Campeonatos Europeos y cuatro Copas del Mundo. Posee el récord de todos los tiempos de más goles internacionales con 130, y es el jugador con más partidos disputados de su nación (212). Su total de 14 goles es el más alto en la historia de las finales de la Eurocopa – para ponerlo en contexto, el gran Michel Platini de Francia es segundo con nueve.
Y tal vez esos hechos proporcionen una razón tan convincente como cualquier otra para que el seleccionador de Portugal se mantuviera fiel a su talismán hasta el último momento. Pero esta, la última hazaña de la Eurocopa de Ronaldo, ha terminado sin un gol en el juego, y seguramente, con la inevitable realización de que es hora de pasar a la próxima generación.