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La crisis de vivienda en las Islas Baleares no difiere en esencia de la experimentada en otras partes de España, aunque presenta indicadores más graves en muchos aspectos. Una cifra que ejemplifica el problema es el alto porcentaje de hogares que viven en viviendas de alquiler: uno de cada tres propiedades (31%) está habitado por inquilinos que pagan alquiler, un signo de la creciente dificultad en las Islas para obtener una vivienda propia.
Así, la proporción de hogares en propiedad es del 62,6 %, menos de dos tercios del total. Este es el porcentaje más bajo de España y está muy por debajo del promedio del 75,1%. España, de hecho, se encuentra en la mitad superior de la tabla de la Unión Europea, ya que es el duodécimo país con mayor número de personas que son propietarias de su propia vivienda: solo uno de cada cinco hogares (18,7%) vive en viviendas de alquiler (el 7% restante corresponde a inquilinos que no viven en viviendas de alquiler ni son propietarios: sus hijos, por ejemplo).
Según el Informe del Consejo Económico y Social (CES) de las Islas Baleares, la proporción de propietarios ha ido disminuyendo desde 2004, cuando era hasta diez puntos porcentuales más alta. ‘La relación entre la pobreza y los precios de la vivienda es clara y creciente’, dice el CES, destacando que la falta de viviendas asequibles afecta sobre todo a quienes viven en viviendas de alquiler. ‘Por lo tanto, afecta a las Islas Baleares más que a cualquier otra región. De hecho, hasta el 11% de los hogares con hipotecas están en extrema pobreza después de pagar por la vivienda; una situación que afecta al 38% de los hogares que alquilan a precios de mercado.
El esfuerzo económico realizado por las familias en las Islas es el mayor de España: si se considera como un esfuerzo adicional gastar más de un tercio de los ingresos en comprar o alquilar una vivienda (sin contar el costo de los servicios públicos), hasta el 24% de los hogares baleares cumplen con la definición. Por otro lado, si se cruzan variables como el ingreso promedio y el precio promedio de la vivienda, las Baleares necesitan más de 63 años dedicando un tercio de sus ingresos a comprar una casa. Si analizamos la evolución de los últimos años, después de la crisis inmobiliaria de 2009, el precio del suelo en España en su conjunto se ha mantenido más o menos estable en alrededor de 150 euros por metro cuadrado. En contraste, la evolución en las Islas Baleares durante el mismo período ha sido al alza: en 2023 se situaba en 320 euros por metro cuadrado (una vez más, el más alto de todas las comunidades autónomas).
‘Esta tendencia condiciona el precio de la vivienda y no ayuda a mitigar los problemas de accesibilidad entre la población residente’, dice el CES en relación con la evolución del precio de la vivienda, una institución que por primera vez ha incorporado datos relacionados con la falta de vivienda y las personas desahuciadas en su estudio sobre vivienda para reflejar el problema de la extrema exclusión residencial. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2023 había un total de 535 personas sin hogar en las Islas Baleares que hicieron uso de centros de atención, la misma proporción que en 2012.