Costa de Orihuela: Pagando el Precio de la Desigualdad

Orihuela sigue cosechando los beneficios de los impuestos de Orihuela Costa.

Orihuela fue una vez una ciudad vasta, rica y prestigiosa. Sin embargo, hoy en día lucha debido a la falta de industria, comercio y un sector turístico sostenible propio. En cambio, depende en gran medida de las contribuciones económicas de Orihuela Costa.

A pesar de esto, Orihuela muestra un claro desequilibrio en cuanto a la equidad hacia Orihuela Costa. El problema se origina en que muy pocos residentes de la costa ejercen su derecho al voto, dejando decisiones en manos de otros.

Es lógica simple: cuando demasiadas personas se benefician sin participar activamente, el sistema sufre. Aquellos que no votan están, de hecho, permitiendo que Orihuela siga beneficiándose a expensas de la Costa.

Hace unos años, hubo un debate en curso sobre qué municipio debería gobernar Orihuela Costa, con Torrevieja, Pilar de la Horadada y Orihuela compitiendo por el control.

Finalmente, Orihuela ganó la reclamación. Sin embargo, incluso hoy, funcionarios de Torrevieja y Pilar han comentado que muchos residentes de Orihuela Costa preferirían ser gobernados por ellos.

La realidad, sin embargo, es que su interés no radica en mejorar la infraestructura o los servicios del área, sino en aprovechar sus recursos financieros.

Orihuela sigue cosechando los beneficios de los impuestos de Orihuela Costa, incluidos los impuestos sobre transacciones de propiedades, ingresos, compras e incluso activos previamente gravados.

A pesar de contribuir hasta un 60% de los ingresos totales del municipio, que ascienden a alrededor de €60 millones anuales, Orihuela Costa ve poco a cambio. La distribución del presupuesto está claramente sesgada, priorizando la ciudad y descuidando la Costa.

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Un ejemplo claro se remonta a 2012, cuando a Orihuela Costa se le asignaron solo €2 millones de un presupuesto municipal de €59 millones, a pesar de generar casi el 40% de los ingresos en ese momento.

La falta de participación del sector empresarial – hoteles, restaurantes, bares – solo empeora la situación. Actualmente, solo una asociación importante desafía consistentemente a Orihuela en su asignación presupuestaria, servicios y compromisos incumplidos.

La verdad es que Orihuela Costa no necesita depender de Orihuela. Con su creciente riqueza, tiene el potencial de reinvertir en sí misma – mejorando la infraestructura, expandiendo servicios y atendiendo las necesidades de su población envejecida. Pero para que la independencia se convierta en una realidad, la comunidad debe unirse.

Un movimiento político dedicado que represente a la Costa es esencial. Debe estar encabezado por un líder fuerte capaz de reunir a residentes de todas las nacionalidades, empresas y organizaciones.

Depender únicamente de los votantes británicos no será suficiente – el cambio requerirá acción colectiva en las urnas.