A pesar de lo que se dice a menudo, Orihuela Costa es el verdadero epicentro del Municipio de Orihuela. Como motor económico de la región, la costa impulsa la prosperidad, sin embargo, la ciudad frecuentemente empaña nuestra reputación. Orihuela ha visto cómo sus alcaldes son sistemáticamente acusados o procesados, una situación que lamentablemente se ha convertido en la norma.
En abril de 2022, votos cruciales del PSOE, Cambiemos y C’s destituyeron al alcalde Emilio Bascuñana y al PP del poder, instalando un nuevo alcalde y consejo de coalición. Las esperanzas eran altas de que este cambio restauraría la reputación de Orihuela Costa como una de las joyas de la corona de España, pero esas esperanzas fueron efímeras. El nuevo gobierno, al igual que sus predecesores, solo ofreció palabras bonitas a la costa, prometiendo mucho pero cumpliendo poco.
Irónicamente, en una reciente fiesta del Día de Valencia, el alcalde Sr. Vegara llamó a la unidad política, afirmando que Orihuela ya no sería tratada como un municipio de segunda clase bajo el Partido Popular. Sin embargo, parece haber olvidado cómo su partido ha descuidado a Orihuela Costa durante muchos años.
Se ha comparado al gobierno local con un perro persiguiendo coches: una vez que atrapa uno, no sabe qué hacer. Tanto el PP como Vox lucharon por llegar al poder, pero ahora parecen no tener idea de cómo gobernar de manera efectiva.
SI NO VOTAS, ENTONCES NO TE QUEJES.
Para romper este ciclo de negligencia y reparar la imagen de la costa, todos los elegibles para votar deben hacerlo. Abstenerse de votar significa renunciar a tu oportunidad de influir en el liderazgo y las políticas que afectan tu vida. Esto puede resultar en funcionarios electos y políticas que no reflejan tus intereses o valores, como ha sido el caso durante muchos años en Orihuela Costa.
Nuestros concejales pueden tener educación y títulos universitarios, pero eso no garantiza su idoneidad o competencia para sus cargos y altos salarios. En Orihuela, muchos puestos supuestamente se llenan a través de nepotismo y favores, lo que lleva a decisiones injustas y a una disminución de la armonía y eficiencia laboral.
A pesar de que Orihuela es una ciudad histórica, el 90% del turismo llega a la costa. Sin embargo, con altos costos de personal del consejo y muchos edificios clásicos en mal estado, la ciudad se está muriendo y depende enteramente de los ingresos generados por Orihuela Costa. ¡Somos la sangre económica del municipio: ¡córtennos, y ambos moriremos!