Corea del Norte cuenta con una flota de viejos submarinos de la era soviética, todos propulsados por diesel, lo que limita su capacidad de navegación en largas distancias debido a la necesidad de resurgir con frecuencia para recargar sus baterías. Sin embargo, la construcción de un submarino de propulsión nuclear permitiría a Corea del Norte aumentar su capacidad de acercarse a un potencial enemigo como Estados Unidos de manera sigilosa y poder lanzar misiles nucleares sin ser detectados.
El líder norcoreano, Kim Jong-un, ha expresado su determinación de fortalecer la presencia naval de su país, asegurando que se exhibirá plenamente en las aguas que considere necesarias sin restricciones.
A pesar de las dudas de los analistas externos sobre las capacidades técnicas y de ingeniería de Corea del Norte para construir un submarino nuclear, el posible apoyo de Rusia podría impulsar este proyecto. En un escenario donde Rusia ayude a Corea del Norte a superar los obstáculos tecnológicos a cambio de asistencia militar y suministros, como tropas y armamento, el país podría avanzar en la construcción de su submarino nuclear, según Yang Moo-Jin, experto en estudios de la Universidad de Corea en Seúl.
Además, los submarinos actuales de Corea del Norte, aunque limitados en sus capacidades, siguen siendo una amenaza potencial al ser utilizados para misiones de sabotaje o espionaje, como infiltraciones en Corea del Sur o ataques con torpedos. Estados Unidos y sus aliados han estado vigilando de cerca los avances de Corea del Norte en el desarrollo de submarinos con capacidad de lanzamiento de misiles desde hace varios años, especialmente después de sus pruebas de misiles diseñados para ser lanzados desde submarinos.