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Un informe interno de seguridad del aeropuerto de Palma ha criticado la acción “absolutamente irresponsable” de la empresa estatal de navegación aérea Enaire en el momento de la devastadora tormenta que golpeó Valencia hacia finales de octubre pasado.
El informe señala una falta de seguridad clave cuando la región de Valencia estaba en alerta roja por mal tiempo. Una unidad de la torre de control en Son Sant Joan estaba cerrada porque dos técnicos especializados en control de flujo estaban de baja por enfermedad.
Las funciones habían sido transferidas a Madrid, pero se señala que los controladores podrían haber recibido horas extras como cobertura. Enaire decidió no pagar las horas extra. El hecho de que no hubiera consecuencias graves se debió únicamente a “la providencia”.
En Palma el 28 de octubre hubo 819 vuelos; el día 29 hubo 767. Alrededor de treinta vuelos fueron desviados de Valencia a Barcelona o Alicante. El informe está preocupado por lo que podría haber sucedido si hubiera habido desvíos a Palma o si los aviones hubieran necesitado dirigirse hacia las Islas Baleares, donde también había alertas meteorológicas (pero no en rojo).
El asunto ha sido planteado en el Senado de España. Un senador, Enric Xavier Morera, citó del informe: “Fue absolutamente irresponsable dejar las Islas Baleares sin técnicos para ahorrar en costos de personal.” Se ha preguntado al director de los servicios de navegación aérea de Enaire qué medidas se tomarán para evitar que esta situación vuelva a ocurrir.
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