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La limpieza de paneles solares generalmente se recomienda una vez al año, pero limpiarlos cada seis meses es lo ideal.
Sin embargo, la frecuencia depende de factores externos. Si vives en un área polvorienta o contaminada, como cerca de carreteras o fábricas, necesitarás limpiar los paneles con más frecuencia. En climas secos, la suciedad puede acumularse rápidamente, mientras que la lluvia puede ayudar a mantenerlos limpios de forma natural. Ciertos eventos climáticos, como las tormentas de polvo, también pueden aumentar la necesidad de limpieza. Los factores estacionales también importan, ya que las aves tienden a dejar excrementos en primavera y verano, y las hojas caídas pueden causar desorden en otoño.
Para mantener tus paneles, revísalos visualmente una vez al mes y realiza una limpieza completa dos veces al año. Si notas una disminución en la producción de energía, puede ser el momento de limpiarlos. La mayoría de los sistemas proporcionan datos a través de una aplicación, lo que te permite monitorear la producción de energía y detectar cualquier problema.
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Los mejores momentos para limpiar tus paneles solares son por la mañana temprano o por la noche cuando los paneles están fríos. Limpiar durante el mediodía puede causar daños debido al choque térmico del agua fría en paneles calientes. La primavera y el otoño son estaciones ideales ya que evitan el calor y el frío extremos. Elige días nublados y frescos para la limpieza para evitar la evaporación rápida del agua jabonosa y evitar manchas. También evita días ventosos, lluviosos o nevados, ya que pueden hacer que el proceso sea más desafiante y riesgoso.
La suciedad afecta a los paneles solares bloqueando la luz solar de llegar a las células fotovoltaicas, lo que reduce la producción de energía. Un panel sucio puede perder hasta un 30 por ciento de su eficiencia, dependiendo de la cantidad de suciedad. Los excrementos de animales, en particular, pueden causar daños si se dejan en los paneles durante demasiado tiempo. Pueden crear puntos calientes que dañan la superficie y acortan la vida útil del panel.
Para limpiar tus paneles solares, reúne los materiales necesarios y asegura la seguridad desconectando el sistema de la red eléctrica. Comienza enjuagando los paneles con agua para eliminar el polvo y ablandar la suciedad obstinada. Usa una esponja suave, paño o cepillo con jabón neutro para fregar suavemente la superficie, centrándote en las áreas más sucias. Después de fregar, enjuaga con agua limpia y seca los paneles con un limpiacristales y un paño de algodón.