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Los gobiernos de toda Europa están animando a los hogares a preparar kits de emergencia básicos como estos, listos para posibles crisis o interrupciones.
Crédito: Shutterstock, fotografía de speedshutter
Desde kits de emergencia hasta folletos de supervivencia, los gobiernos quieren que estés preparado. Pero para la mayoría de las personas, la vida sigue como de costumbre.
En toda Europa, los funcionarios están dando la voz de alarma, no con sirenas, sino con consejos. El mensaje está en todas partes ahora: prepárate. Ya sea por guerra, un ciberataque o un desastre natural, se les está diciendo a los ciudadanos que es hora de asumir la responsabilidad de su propia seguridad.
Pero mientras los gobiernos se apresuran a repartir folletos, actualizar planes y hablar sobre la ‘resiliencia’, gran parte del público parece… distraído. Entre los ajetreados desplazamientos, el aumento de los costos de vida y el interminable desplazamiento en las redes sociales, prepararse para lo peor simplemente no parece estar en el radar de la mayoría de las personas.
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Guías de supervivencia, revisiones de búnkeres y kits de emergencia
Algunos gobiernos no se están conteniendo. En Suecia, una guía de supervivencia titulada “Si Viene una Crisis o Guerra” ha llegado a millones de buzones, explicando qué hacer si caen bombas, se corta la energía o se interrumpen los suministros de agua. Es directa, práctica y directa. Se les dice a los ciudadanos que vayan a sus casas, sellen las ventanas y apaguen la ventilación. Si los atrapan afuera, se les aconseja acostarse en una zanja y escuchar la radio para recibir instrucciones.
Finlandia, que comparte una larga frontera con Rusia, ha estado preparándose en silencio durante décadas. Los refugios antiaéreos han sido obligatorios bajo los hogares y oficinas desde la década de 1950, y el país ahora tiene espacio para casi toda su población bajo tierra. Desde la invasión de Ucrania, el gobierno de Finlandia ha actualizado la orientación para sobrevivir a largos cortes de energía, apagones de comunicación y emergencias militares.
Incluso Alemania ha sacado del olvido sus planes de contingencia de la Guerra Fría, actualizando su marco de defensa civil para reflejar las amenazas de hoy, tanto digitales como militares.
Pero esto no se trata solo de los grandes jugadores. En toda Europa, un número cada vez mayor de países insta a su gente a prepararse para lo inesperado, ya sea una ola de calor, una inundación o algo mucho peor.
En los Países Bajos, el gobierno ha animado a los residentes a construir kits de emergencia de 72 horas con elementos esenciales como alimentos enlatados, agua, baterías e incluso dinero en efectivo. Se trata de ser autosuficiente, aunque sea brevemente, si los sistemas fallan.
En Francia, la Cruz Roja ha instado a las familias a preparar una ‘bolsa de emergencia’ que podría sostenerlos durante 24 a 48 horas frente a condiciones climáticas extremas o desplazamiento.
El Centro de Crisis de Bélgica ofrece consejos similares: mantener una linterna, un kit básico de primeros auxilios, agua embotellada y una radio a batería en casa, por si acaso.
Incluso en España, donde el gobierno no ha emitido consejos formales, la preocupación pública está creciendo. Una encuesta reciente mostró que el 40 por ciento de los españoles están considerando preparar kits de emergencia ante el aumento de los temores de guerra y desastre climático.
Los gobiernos promueven la preparación, pero la mayoría de la gente no está escuchando
A pesar de todos estos esfuerzos, la realidad es esta: la mayoría de las personas no están preparadas. Y muchos simplemente no sienten la urgencia.
No es que no les importe. Es que las amenazas, aunque reales, parecen abstractas. Para países como Finlandia o los países bálticos, el recuerdo de la invasión aún está fresco. Pero para otros, como el Reino Unido, Italia o Portugal, la idea de la guerra en su puerta parece distante, incluso imposible.
Claudia Major, una destacada experta en seguridad y defensa, dice a CNN que este es el mayor desafío de todos. “Puedes actualizar protocolos y refugios, pero si el público no está listo, mental y emocionalmente, no importará”. Según ella, la verdadera vulnerabilidad en muchos países occidentales radica en la ‘zona gris’ entre la paz y la guerra: ciberataques, campañas de desinformación, interrupción de la cadena de suministro.
Y aunque líderes como el Secretario General de la OTAN piden una ‘mentalidad de guerra’, Major advierte que el miedo no será suficiente. “No se trata de asustar a la gente. Se trata de cambiar la cultura. Y eso lleva tiempo”.
El mayor riesgo de Europa: creer que la crisis nunca llegará
Para muchos, prepararse para la guerra todavía se siente como algo del pasado o como el problema de otra persona. Pero la historia tiene una forma de alcanzarnos.
En la Guerra Fría, la campaña ‘Proteger y Sobrevivir’ de Gran Bretaña les decía a las personas que blanquearan sus ventanas y construyeran refugios con puertas de cocina. Fue ampliamente ridiculizada, especialmente porque llegó durante un período en el que la mayoría de la gente ni siquiera creía que una guerra nuclear fuera posible.
Hoy, el consejo es más fundamentado, más psicológico y más centrado en pequeños pasos prácticos. ¿Pero la reacción del público? A menudo es la misma: incredulidad, escepticismo o simplemente distracción.
Entonces, mientras los gobiernos de toda Europa aumentan silenciosamente sus planes de preparación, la pregunta persiste: ¿estamos realmente listos para escuchar?
Porque no importa cuán avanzado sea el sistema de alerta o cuán detallada sea la guía, no importará si a nadie le importa leerla.