La declaración de Israel de que un cuerpo devuelto desde Gaza el jueves no era el de Shiri Bibas, como había dicho Hamas, plantea otro obstáculo en este acuerdo de alto el fuego. Se pensaba que los restos de Shiri, madre de dos hijos, habían sido entregados junto con los de sus hijos. Pero el ejército israelí dijo que las pruebas forenses solo podían confirmar los cuerpos de Ariel y Kfir, de cinco y dos años, y no los de su madre. En cambio, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que Hamas había “colocado el cuerpo de una mujer gazatí en un ataúd”, con Ismail al-Thawabta, portavoz de Hamas, sugiriendo que los restos de Shiri se habían mezclado con otros cuerpos bajo los escombros después de un ataque aéreo israelí. En una declaración separada, el grupo afirmó su “seriedad y pleno compromiso con todas nuestras obligaciones” bajo el alto el fuego, y dijo que no tenía interés en el incumplimiento. También dijo que se estaba llevando a cabo una investigación sobre el error y pidió que los restos de la presunta mujer palestina equivocadamente entregados a Israel fueran devueltos. La familia Bibas fue llevada del kibutz Nir Oz durante los ataques de Hamas el 7 de octubre de 2023, junto con el esposo de Shiri, Yarden, quien fue liberado a principios de este mes. Ariel y Kfir, los más jóvenes de los rehenes israelíes, tenían cuatro y nueve meses cuando fueron secuestrados. Su madre tenía 32 años. Netanyahu ha amenazado con que Hamas pagará el “precio completo” por no entregar el cuerpo de Shiri, calificándolo de “violación cruel y malvada” de su acuerdo. Aún no se han anunciado medidas más allá de que Netanyahu dijo que Israel actuará “con determinación para traer a Shiri a casa”. Pero una nueva afirmación de Israel de que Ariel y Kfir fueron “asesinados” por Hamas encenderá aún más los ánimos en Israel. En noviembre de 2023, Hamas afirmó que los niños y Shiri habían sido asesinados en un ataque aéreo de las FDI. La BBC no ha podido verificar de forma independiente esto, y Israel había dicho que no confirmaría sus muertes antes de las pruebas forenses. Desde que se realizaron dichas pruebas el jueves, Israel ha dicho que los niños “fueron brutalmente asesinados por terroristas en cautiverio”. Para los políticos israelíes dentro y fuera del gobierno de Netanyahu que han estado exigiendo la reanudación de la guerra en Gaza, estas revelaciones serán vistas como más evidencia de que Hamas debe ser erradicado por completo. El alto el fuego entra en un nuevo período de incertidumbre, con la primera fase llegando a su fin, mientras que las negociaciones sobre la siguiente etapa aún no han comenzado en serio. Se considera que la segunda fase, en la que todos los rehenes restantes, vivos o muertos, deben ser liberados, es potencialmente más desafiante que la primera. Israel exige el desarme completo de Hamas, mientras que Hamas rechaza la perspectiva de que Israel continúe manteniendo un estricto control de seguridad sobre Gaza. Cualquier gran ruptura en el acuerdo podría llevar a un regreso a la lucha. Por otro lado, la mayoría de la opinión pública en Israel opina que nada debe interponerse en el camino de que todos los rehenes restantes sean devueltos. Al expresar su condena a los últimos acontecimientos, el presidente de Israel, Isaac Herzog, dejó claro que Israel debe recordar lo que llamó su “mayor deber, hacer todo lo posible para traer a cada una de las hermanas y hermanos secuestrados a casa”. El Foro de Familias de Rehenes y Desaparecidos hizo eco de esto, diciendo que “cada paso” debe ser dado con “responsabilidad cuidadosa” para garantizar el regreso seguro de todos los rehenes. Un cuarto cuerpo fue devuelto a Israel, desde Gaza, el jueves, el del activista por la paz de 84 años Oded Lifschitz. Al igual que con Ariel y Kfir Bibas, el ejército israelí dijo que los restos de Oded habían sido confirmados por pruebas forenses.
