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Matt Pink es un hombre con una misión. Autor, coach, presentador de podcast e influencer, está aquí para decirle al mundo que estar sobrio está lejos de ser aburrido y monótono. Después de haber tocado fondo y cambiado su vida, Matt ahora ayuda a otros a liberarse del ‘ciclo de la perdición’ para que también puedan vivir una vida de propósito, felicidad y libertad. Nos encontramos con el Sr. Pink después de una escapada de cuatro noches en Alcudia.
P.— ¿Qué te trajo a Mallorca?
R.— “Alcudia fue algo de último momento. Harto del clima británico, conseguí un paquete barato que me costó más o menos lo mismo que hubiera gastado si me hubiera quedado en Bedford. Caminé, comí tapas, bebí cervezas 0.0, y organicé Zooms para mi aplicación Dryy. Fue un buen descanso y regresé renovado.”
P.— ¿Siempre has tenido ese vigor en tu paso?
R.— “Para nada, la vida ha sido difícil. En 2012, pensé que lo tenía todo. Estaba en mis finales 20 y vivía el sueño: buen trabajo, casa bonita, esposa e hijos. Luego, en abril de 2013, nuestro hijo de cuatro meses y medio, Rocco, murió mientras dormía – todo cambió. Fue mi primer experiencia con el duelo y no sabía a quién recurrir. Busqué apoyo en mi esposa y padres, pero todos estaban destrozados. El alcohol fue lo único disponible para adormecer mis emociones y rápidamente se convirtió en algo que ‘necesitaba’ en lugar de ‘quería’. Caí en modo autodestructivo.”
P.— ¿Cómo cambiaste tu vida?
R.— “Extrañamente, dos encuentros espirituales separados pero conectados me pusieron de nuevo en el camino correcto. El primero ocurrió en 2014. Había probado la terapia, pero odiaba compartir mi alma con un extraño, así que reservé impulsivamente una sesión aleatoria con una medium. Entre otras cosas, ella me aseguró que mi hijo estaba a salvo, dijo que Rocco era un espíritu recurrente y que estaría de vuelta. Lloré lágrimas de alivio, como si alguien me hubiera pinchado y liberado la presión. Le pregunté si podríamos volver a encontrarnos, pero ella dijo: ‘cariño, si alguna vez necesitamos verte, iremos a ti’. Me sentí mejor, pero no fue suficiente. Con el tiempo, perdí a mi esposa, mis hijos, y ya no me importaba si vivía o moría.”
P.— ¿Y el segundo encuentro?
R.— “En 2018, en el tercer día de un frenesí de drogas y alcohol, estaba afuera de un pub en Londres fumando un cigarrillo. De la nada, un tipo se me acercó. Hablaba rápido, dijo que estaba cerca de una flor, que necesitaba estar con K, y que era una estrella del mundo. Debía dejar mis malos hábitos, dejar de beber y ayudar a otros. Fue la primera vez que alguien me dijo directamente que dejara de beber. Por loco que pareciera, tenía sentido. La flor era mi hija Lily, K era Kirsty a quien había conocido unas semanas antes, y la estrella era un tatuaje en memoria de Rocco. La medium tenía razón, ellos habían ‘venido a mí’. Sentí como si alguien me hubiera guiado de nuevo por el camino correcto y comenzó la sanación. Me uní al gimnasio, escuché podcasts sobre sobriedad, y empecé a tomar descansos del alcohol. También me casé con Kirsty. Para enero de 2020 estaba listo para explorar la sobriedad, luego llegó el confinamiento. Atrapado en casa estaba en una encrucijada – podría ir en cualquier dirección – pero aproveché mi oportunidad y el 21 de abril de 2020, a los 36 años, me volví sobrio. No he bebido desde entonces.”
P.— ¿Cómo solían ser tus vacaciones?
R.— “No soy ajeno a los viajes. Cuando tenía 24 años, viajé por el mundo durante un año y siempre he disfrutado de escapadas a la ciudad. Las vacaciones se volvieron más empapadas de alcohol cuando empezamos a ir a lugares con todo incluido. Llegábamos a algún resort en Turquía o donde sea, tomábamos unas cervezas en el almuerzo, dormíamos por la tarde, luchábamos por levantarnos para la cena, nos tomábamos un par de vodkas, veíamos a algún tipo turco destrozar un tributo a Elvis, caíamos en la cama, dormíamos, y repetíamos.”
Kirsty y Matt Pink.
P.— ¿Son diferentes las vacaciones ahora?
R.— “Totalmente, me ha picado el gusanillo de viajar y actualmente estoy recorriendo las principales ciudades europeas. Hemos visitado Venecia, Milán, Atenas, y pasé mi cumpleaños número 40 en París el año pasado. El plan es volver a visitar lugares como Edimburgo, Dublín y Glasgow – sin alcohol.”
P.— ¿Cuál es tu relación con Mallorca?
R.— “Vine por primera vez cuando tenía 18 años – una loca temporada en Magaluf con 20 chicos – y luego unas vacaciones de chicos a todo dar en Palmanova en mis 20. Debo haberlo disfrutado, ya que volvimos hace unos años para una semana sin alcohol en Paguera con la familia. Me enamoré de la isla como un padre sobrio de cuatro. El agua cristalina, las montañas, Palma. Debajo de los bares, clubs y cubos y palas, hay mucho por explorar y experimentar.”
P.— ¿Algún consejo para unas vacaciones sobrio?
R.— “El mejor consejo que puedo dar es levantarse temprano. Pon la alarma a las 6.30am, sal a correr, caminar, explorar, sudar y sentirte bien. Date una ducha y desayuna saludablemente con la familia. Para cuando llegues a la hamaca, estarás lleno de logros. Aprende mientras tomas el sol, lleva libros y escucha podcasts. Si te gusta el ejercicio, estás de suerte ya que siempre hay oportunidad para una sesión de gimnasio. Luego ve a dormir a una hora decente.”
P.— ¿Cómo puedes manejar una despedida de soltero sin alcohol?
R.— “Mi mejor consejo es quedarse en un hotel diferente. Acabo de hacer esto en un viaje de esquí con los chicos y funcionó de maravilla. Podía pasar unas horas en las pistas antes de que se despertaran de su sueño. No me extrañaban si desaparecía – estaban demasiado ebrios para darse cuenta de lo que estaba haciendo. Otro consejo es decirles a tus compañeros de viaje de antemano que no beberás. Esto ayudará a evitar conflictos o ambigüedades. Tus acciones incluso podrían influir en todo el grupo y dar permiso a otros para estar libres de alcohol.”
P.— ¿No te estarás perdiendo algo?
R.— “Créeme, no hay nada más aburrido que una resaca. Tal vez extrañarás la emoción del primer sorbo de una bebida alcohólica fría, pero todo lo demás es una ganancia neta. No te lo pienses demasiado, solo elige la cerveza 0.0 o el cóctel virgen y disfruta de tus vacaciones.”
Creadores de la aplicación Dryy, Andy Ramage y Matt Pink.
P.— ¿Desearías haber dejado de beber antes?
R.— “Sin arrepentimientos. Tengo 40 años y he hecho tanto en los últimos cuatro años. He construido una base de seguidores de más de 82,000 en Instagram, escrito un libro superventas (Better Me, Better You), iniciado dos negocios, lanzado la aplicación Dryy con el empresario sobrio Andy Ramage, corrido un maratón y estoy aprendiendo a hablar español y esquiar – no al mismo tiempo. También soy un mejor papá, mucho mejor.
Es como vivir en una lata, luego levantas la tapa y ves las estrellas. Dejar de beber es el hack definitivo, sin alcohol haces progresos en cada área de tu vida. Todos están borrachos, tristes, deprimidos, en pastillas, así que deja de beber, sal al aire libre y haz algo con tu vida. Como dijo Benjamin Franklin, muchas personas mueren a los 25 pero no son enterradas hasta los 75, vive tu potencial y sigue tus sueños.”
Más información en dryyapp.com
Sigue a Matt en @better_life_guy (Instagram)
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