Un tribunal en Palma está manejando el caso de un conductor de 25 años que viajó casi veinte kilómetros con el capó del coche levantado y que terminó dando positivo en la prueba de alcoholemia.
El caso se remonta al 6 de junio. Justo antes de las 4 de la madrugada, su Chevrolet Cruze se salió de la carretera cerca de Algaida. Una de las placas de matrícula se cayó como resultado de este accidente. Los trabajadores de mantenimiento de carreteras lo informaron a la Guardia Civil.
Los agentes examinaron las cámaras de tráfico. Estas mostraron que el coche había golpeado una barandilla en la MA-15 pero que el conductor no se detuvo. En su lugar, se marchó con el capó levantado. Pudieron seguir su ruta los 19 kilómetros hasta Vilafranca. El coche a veces iba a 80 kilómetros por hora.
No pudieron obtener más imágenes, pero posteriormente supieron por la policía en Arta que el coche había chocado contra mesas y sillas en una terraza de bar. Dio positivo en alcoholemia y le dijo a la policía que se había desorientado. Aparentemente, tenía la intención de conducir de Algaida a su casa en Palma – en dirección contraria.
La Guardia Civil inicialmente lo llevó a un juzgado en Manacor, donde ejerció su derecho a no declarar, habiendo sido acusado de delitos contra la seguridad vial. El caso fue trasladado a Palma, donde está pendiente un fallo por parte del juzgado de instrucción.