Conductor de tren y jefe de seguridad ferroviaria condenados a 30 meses de prisión por causar el descarrilamiento de alta velocidad en España – matando a 80 personas y causando docenas de heridos graves.

Un maquinista de tren y un jefe de seguridad ferroviaria han recibido sentencias de dos años y medio de prisión cada uno tras el desastre del tren de Santiago de Compostela en julio de 2013, donde fallecieron 80 pasajeros y 143 resultaron heridos.

El tren descarriló a gran velocidad en una curva, con el Tribunal Superior de Galicia dictaminando que hubo una falta de un sistema de seguridad que “dejó toda la responsabilidad en manos del conductor”.

Él no frenó a tiempo después de ser distraído por una llamada telefónica que duró 100 segundos.

El juicio concluyó hace un año, donde el maquinista Francisco José Garzón Amo y el director de seguridad de Adif, Andrés Cortabitarte, fueron condenados por múltiples cargos de homicidio y lesiones.

A ambos hombres se les ha prohibido trabajar en sus profesiones durante cuatro años y medio, y se les ha ordenado pagar compensación a través de pólizas de responsabilidad civil a las víctimas por más de 25 millones de euros.

Las sentencias pueden ser apeladas.

El juicio duró 10 meses tras una investigación que duró casi una década.

La jueza María Elena Fernández Currás dijo que Garzón Amo no frenó a tiempo en la curva cerrada en la aproximación a la estación de Santiago.

La velocidad alcanzó los 176 kilómetros por hora, más del doble del máximo de 80 kilómetros.

Ambos acusados, según la jueza, incumplieron el deber de cuidado que conllevaban sus trabajos, ya que sus acciones implicaban “un aumento ilegal del riesgo de un accidente que estaban obligados a prevenir y capacitados para evitar”.

En el 11º aniversario de la tragedia el miércoles, familiares de los fallecidos y sobrevivientes pidieron que se dictara una “sentencia ejemplar” para Cortabitarte como un mensaje para garantizar que el accidente no se repita.

LEAR  Michel Barnier nombrado por Macron como nuevo primer ministro francés.

Dijeron que aprobó dos decisiones en la sección de alta velocidad donde descarriló el tren que llevaron a que el error del conductor no fuera anulado, a saber, la desconexión del freno de emergencia ERTMS y las obras que redujeron los estándares de seguridad fuera de la estación de Santiago.