Un grupo de empleados del Consejo de Mallorca ha enviado una queja anónima al sistema interno de información del Consejo que acusa al consejero de turismo, José Marcial Rodríguez, de intentar agredir al jefe del servicio de inspección turística.
Según esta queja, el consejero llegó un día al Edificio Alba, la sede del servicio de inspección. “Como siempre, estaba gritando y faltando el respeto al jefe del servicio de inspección. Un día amenazó con que si no le obedecía no renovaría su comisión de servicio. Luego levantó la mano para golpearlo. Al final no lo golpeó pero muchos funcionarios lo vieron. Hay testigos. Muchas personas lo vieron.”
El documento continúa diciendo que los funcionarios instaron al jefe de inspección a denunciar a Rodríguez “por coacción, amenazas e intento de agresión”, pero que no lo hizo “por miedo”.
Este “miedo a denunciar” y a las “posibles represalias que el consejero pueda tomar” es lo que llevó a la queja anónima al sistema, que es el medio por el cual se pueden hacer informes sobre posibles conductas impropias. El mismo informe se envió al canal de quejas del Gobierno Balear el 22 de diciembre.
Se destacan tres presuntos casos más de abuso psicológico en la queja. Estos fueron por parte de superiores y resultaron en tres funcionarios cambiando de puesto: el jefe del servicio de sanciones, un funcionario del servicio de gestión turística y el jefe de servicios legales, que finalmente renunció debido a “abusos, gritos y falta de respeto por parte de la directora de demanda turística y hostelería, Clara del Moral”. Supuestamente lo obligó a escribir “informes irregulares”. Según el documento: “Cuando el funcionario pidió hablar con el consejero y explicarle sobre los informes irregulares que la directora lo obligaba a hacer, el consejero lo ignoró y la directora dijo que era una mentira. Pero muchos saben que era verdad.”
Otras acusaciones incluyen un trato preferencial hacia la familia del alcalde de Santa Margalida, Joan Monjo, en relación con el establecimiento de agroturismo Sa Talaia Blanca en Muro que se dice que ha operado ilegalmente desde 2019 hasta este año. Además, se acusa a Rodríguez de “manipular y falsificar datos” en lo que respecta a expedientes sancionadores y en relación con una reducción en el número de plazas de alojamiento turístico.
El consejero “niega rotundamente” cada una de las acusaciones y está considerando emprender acciones legales. “Admito que a veces tengo un comportamiento agresivo pero es totalmente falso que intentara agredir al jefe del servicio de inspección. No le levanté la mano.” Niega tener conocimiento de abuso psicológico hacia los tres funcionarios. Sobre el asunto de Monjo, dice: “Todos en mi equipo saben perfectamente que nadie va a actuar al margen de la ley conmigo.”
Atribuye la queja a posibles recelos que su deseo de excelencia en la gestión pueda haber causado en el departamento: “Soy como un nuevo entrenador que altera el statu quo de algunos miembros del equipo que están acostumbrados a otra forma de hacer las cosas, de una manera más relajada. Soy exigente conmigo mismo y con mi equipo, porque he venido aquí para ganar la Liga de Campeones.”