El presidente Joe Biden ha hecho de la condonación de préstamos estudiantiles una prioridad para su administración, buscando aliviar la deuda y reducir los pagos de millones de prestatarios. Sin embargo, con la posible vuelta del presidente electo Donald Trump a la Casa Blanca en enero, el futuro de estos esfuerzos está en duda.
Durante un debate con la vicepresidenta Kamala Harris, Trump calificó los esfuerzos de Biden para perdonar la deuda de los estudiantes como una “catástrofe total”. Aunque no ha abordado explícitamente sus planes para los préstamos estudiantiles, ha propuesto eliminar el Departamento de Educación, que gestiona la cartera federal de préstamos estudiantiles de 1,6 billones de dólares.
No está claro quién administraría estos préstamos si se elimina el Departamento de Educación, una acción que requeriría la aprobación del Congreso. La campaña de Trump no ha respondido aún a las solicitudes de comentarios sobre sus planes para el alivio de la deuda estudiantil.
Hay mucho en juego para los 46 millones de estadounidenses que tienen una deuda de 1,7 billones de dólares en préstamos estudiantiles, una carga financiera que ha afectado las decisiones de vida de aproximadamente la mitad de los prestatarios, retrasando la compra de viviendas o la formación de familias, según un estudio de Morning Consult de 2021. El mandato de Biden está llegando a su fin con dos de sus principales esfuerzos de ayuda en curso, lo que aumenta la incertidumbre sobre lo que significará la segunda presidencia de Trump para estos planes.
La iniciativa Proyecto 2025, supervisada por la conservadora Heritage Foundation, aboga por la abolición del Departamento de Educación y sugiere que los préstamos estudiantiles deberían ser gestionados por el sector privado. También defiende reducir el alivio de los préstamos estudiantiles. Aunque no está claro si Trump está de acuerdo con estas opiniones, ha expresado su deseo de eliminar el Departamento de Educación.
Actualmente, hay dos programas de alivio de préstamos estudiantiles que están en pausa debido a acciones legales y están siendo impugnados por estados liderados por republicanos. El plan SAVE, un programa de pago basado en los ingresos, se encuentra en un limbo legal, mientras que otro plan para borrar la deuda estudiantil de 30 millones de prestatarios también está en espera debido a decisiones judiciales. La administración Trump podría tomar medidas para rescindir estas regulaciones propuestas y buscar diferentes enfoques de alivio de préstamos.
El tema de la condonación de préstamos estudiantiles es divisivo entre los votantes, con opiniones influenciadas por inclinaciones políticas y experiencias personales con la deuda estudiantil. Mientras que los demócratas suelen apoyar la condonación de préstamos, los republicanos se muestran más escépticos, argumentando que podría privar a prestamistas de ingresos y beneficiar a una minoría de la población con educación universitaria.