La interacción entre tu respuesta al estrés y los ritmos circadianos — los ciclos naturales de 24 horas que gobiernan tu cuerpo — dependen en gran medida de tu microbiota intestinal. Los investigadores revelaron que las bacterias que residen en tu intestino juegan un papel clave en la regulación del ritmo diurno de la corticosterona, una hormona para la respuesta al estrés y la señalización circadiana.1
Cuando tu microbiota intestinal está debilitada, este ritmo se ve interrumpido, lo que lleva a respuestas al estrés alteradas y desequilibrios en tu eje hipotalámico-hipofisario-adrenal (HPA), que es central para el manejo del estrés. Especialmente, las oscilaciones microbianas intestinales corresponden con momentos específicos del día.
En entornos intestinales saludables, ciertas bacterias como Lactobacillus reuteri alcanzan su punto máximo durante fases específicas del día, coincidiendo con el ritmo natural de la corticosterona. Sin estas señales microbianas, el reloj circadiano central de tu cerebro, ubicado en el núcleo supraquiasmático (SCN), pierde su precisión. Esta interrupción se traduce en respuestas al estrés deterioradas, especialmente durante transiciones clave como despertar o quedarse dormido.
En el estudio, Lactobacillus reuteri se destacó como regulador de la liberación de corticosterona. Esta especie muestra fuertes oscilaciones diurnas y desempeña un papel directo en alinear la respuesta al estrés de tu cuerpo con los ritmos circadianos.
Al restaurar los niveles de L. reuteri en animales con microbiota debilitada, los investigadores observaron un retorno a patrones normales de corticosterona y mejoras en comportamientos sensibles al estrés. Estos hallazgos sugieren que las intervenciones probióticas dirigidas podrían ayudarte a manejar mejor el estrés y mejorar tu salud en general.