Nuestro mundo moderno se ha vuelto innegablemente atado a los dispositivos digitales. De hecho, la última década ha visto un gran aumento en el uso de dispositivos digitales en todos los grupos de edad. Esta conectividad constante ha traído consigo una preocupación significativa para la salud: la tensión ocular digital.
La tensión ocular digital, también conocida como síndrome de visión por computadora (CVS), es un conjunto de problemas oculares, musculoesqueléticos e incluso conductuales desencadenados por la exposición prolongada a pantallas digitales, que incluyen visión borrosa, ojos cansados, dolores de cabeza y dolor de cuello.
A medida que confiamos cada vez más en las pantallas, comprender la tensión ocular digital y cómo mitigar sus efectos se vuelve cada vez más importante. La buena noticia es que la investigación está proporcionando información valiosa sobre las causas y soluciones para este problema generalizado.
Muchos factores contribuyen a la tensión ocular digital
Una revisión publicada en la revista Medicina exploró los factores ambientales, visuales y físicos que contribuyen a la tensión ocular digital. El objetivo de esta revisión era consolidar los últimos hallazgos científicos para equipar mejor a los profesionales de la salud ocular y a las personas con estrategias efectivas para manejar esta condición generalizada.
La revisión de numerosos estudios destacó que la astenopía, una condición comúnmente conocida como fatiga ocular o cansancio ocular, es notablemente prevalente entre las personas que utilizan regularmente terminales de visualización visual como pantallas de computadora. De hecho, los estudios muestran que entre el 55% y hasta el 81% de los usuarios de pantallas experimentan astenopía.
Además, las personas mayores de 30 años son más propensas a desarrollar ojos secos específicamente relacionados con el uso de pantallas digitales. También vale la pena señalar que las mujeres parecen reportar astenopía con más frecuencia que los hombres, lo que sugiere que el sexo puede desempeñar un papel en la experiencia de estos síntomas.
Además de la fatiga ocular general, la revisión de Medicina enfatizó que el uso de pantallas durante períodos prolongados interrumpe varios aspectos de la visión y la función ocular. Por ejemplo, el trabajo prolongado de cerca en dispositivos como teléfonos celulares se ha relacionado con una condición llamada esotropía comitante adquirida aguda (AACE), especialmente en personas más jóvenes. Esta condición, en la que los ojos se vuelven hacia adentro, conduce a la visión doble y, si es persistente, resulta en ambliopía, también conocida como ojo vago.
El tipo de dispositivo y cómo lo uses también influyen significativamente en el grado de fatiga ocular. La revisión señala que el uso prolongado de teléfonos inteligentes y computadoras se asocia con niveles más altos de miopía, o vista corta, en comparación con el uso de tabletas o ver televisión. Curiosamente, los estudios que examinan la relación entre el uso de pantallas y la presión intraocular (PIO), la presión dentro de tu ojo, también han arrojado hallazgos importantes.
Un estudio descubrió un pequeño pero notable aumento en la PIO vinculado al uso de teléfonos inteligentes, y este cambio de presión se volvió más pronunciado en condiciones de poca luz. Esto es especialmente relevante para personas con afecciones como el glaucoma de tensión normal, donde el uso de teléfonos inteligentes en entornos oscuros podría elevar aún más la PIO.
Los factores ambientales en tu lugar de trabajo también tienen un impacto considerable en la comodidad ocular mientras usas pantallas, según la revisión. La iluminación superior que brilla sobre la pantalla reduce el contraste del texto, lo que conduce a una mayor fatiga ocular y molestias. Por el contrario, la iluminación de tareas ajustable ha demostrado proporcionar alivio tanto para la fatiga visual como para la muscular, al tiempo que mejora la postura.