El presidente electo Donald J. Trump ha amenazado con aranceles a muchos países por muchas razones diferentes. El lunes, encontró un nuevo propósito para su herramienta económica favorita. El Sr. Trump dijo que “gravaría a Dinamarca a un nivel muy alto” si se negaba a permitir que Groenlandia, una isla norteamericana que es un territorio autónomo dentro del Reino de Dinamarca, se convirtiera en parte de los Estados Unidos. “Deberían renunciar, porque lo necesitamos para la seguridad nacional”, dijo Trump sobre Groenlandia. Dinamarca, que tiene una población más pequeña que la ciudad de Nueva York, no es un gran socio comercial para los Estados Unidos. El país, aliado de EE. UU. y miembro de la OTAN, envió a los Estados Unidos más de $11 mil millones en bienes en 2023, solo una pequeña parte de los más de $3 billones de importaciones. A su vez, los Estados Unidos envían a Dinamarca más de $5 mil millones en bienes, incluyendo maquinaria industrial, computadoras, aeronaves e instrumentos científicos. A pesar de su pequeño tamaño, Dinamarca, que maneja los asuntos exteriores y de seguridad de Groenlandia, alberga algunos productos muy apreciados en América, productos que podrían volverse más caros si Trump sigue adelante con aranceles pesados. Según el Observatorio de Complejidad Económica, una plataforma de datos comerciales, aproximadamente la mitad de las exportaciones recientes de Dinamarca a los Estados Unidos son medicamentos envasados, insulina, vacunas y antibióticos. Esto se debe en gran parte a que el país es el hogar de Novo Nordisk, fabricante de Ozempic y Wegovy, populares medicamentos para bajar de peso. La empresa es tan importante para la economía danesa, que recientemente ha representado la mitad del crecimiento del empleo del sector privado de Dinamarca y todo el crecimiento económico del país, que algunos han llamado a Dinamarca un “estado farmacéutico”. Novo Nordisk está aumentando su producción en EE. UU. para satisfacer la creciente demanda de sus productos para bajar de peso GLP-1. La empresa no especifica públicamente cuánto de sus productos se exportan, pero produce medicamentos en Dinamarca y Estados Unidos para el mercado estadounidense. Un portavoz de Novo Nordisk dijo en un comunicado que estaban siguiendo de cerca la situación, pero no comentarían sobre hipótesis y especulaciones. Gilberto García, el economista jefe de Datawheel y miembro del equipo del Observatorio de Complejidad Económica, dijo que las exportaciones de productos inmunológicos de Dinamarca, que incluyen medicamentos como Ozempic, han estado “creciendo exponencialmente”. Dinamarca también es el principal proveedor de audífonos de los Estados Unidos, dijo. Más allá de los medicamentos, Dinamarca también envía a los Estados Unidos instrumentos médicos, filetes de pescado, carne de cerdo, alquitrán de hulla, petróleo y productos horneados, entre otros productos, según el OEC. Y notablemente, para muchos niños (y adultos) Dinamarca es el hogar del Grupo Lego, el mayor fabricante de juguetes del mundo. No está claro cuánto exporta Lego directamente de Dinamarca a los Estados Unidos: la empresa sirve gran parte del mercado estadounidense desde una fábrica en México, así como desde una nueva instalación neutral en carbono en Virginia. También fabrica los ladrillos de juguete en fábricas en Hungría, la República Checa, China y Vietnam, así como en Dinamarca. Lego no respondió a las solicitudes de comentarios. Pero Lego, al igual que otras empresas multinacionales que tienen cadenas de suministro globales que mueven materias primas y productos por todo el mundo, podrían ver interrumpido su negocio por los aranceles. Trump ha amenazado con imponer gravámenes a productos que ingresan a los Estados Unidos desde México, China y otros países en todo el mundo, además de Dinamarca. Las amenazas de Trump de reclamar Groenlandia se produjeron en una conferencia de prensa divagatoria en la que también sugirió retomar el Canal de Panamá y hacer de Canadá un estado estadounidense, declaraciones que indignaron a los líderes extranjeros. Trump argumentó el martes que la propiedad de Groenlandia por parte de los Estados Unidos era un problema de seguridad nacional, dado los caminos trazados por los barcos rusos y chinos. “Groenlandia pertenece al pueblo de Groenlandia”, escribió en Facebook el primer ministro de Groenlandia, Múte Egede, el martes. “Nuestro futuro y lucha por la independencia son nuestros asuntos”. El miércoles, un portavoz de la Comisión Europea calificó los comentarios de Trump sobre la toma de Groenlandia como “hipotéticos”. Cuando se le preguntó sobre las amenazas arancelarias, el portavoz dijo que la Comisión Europea había estado preparándose para todas las posibles implicaciones de una presidencia de Trump en el comercio en Europa. Jacob Funk Kirkegaard, investigador senior en Bruselas en el Instituto Peterson de Economía Internacional, dijo que pocos políticos en Europa se toman literalmente lo que dice Trump. “Esta es una demanda escandalosa”, dijo Kirkegaard sobre las amenazas de Trump de tomar Groenlandia. “La única forma en que puedes pensar lógicamente en ello es que al hacer esta demanda escandalosa, Trump va a obtener algunas concesiones que de otra manera no habría obtenido”. Kirkegaard dijo que si Trump cumpliera su amenaza de imponer aranceles a Dinamarca, podría esperar una respuesta en toda la UE. “Esta idea de que puede presionar a Dinamarca como un solo estado miembro de la UE para ofrecer concesiones políticas amenazando con aranceles, va a invitar a represalias de toda la UE”. Trump impuso aranceles a numerosos países y cientos de miles de millones de dólares en bienes en su primer mandato. Pero otras amenazas arancelarias nunca se materializaron, y no está claro cuántas de sus nuevas amenazas llevará a cabo. El martes, el presidente electo también reiteró la amenaza de imponer “aranceles muy serios” a México y Canadá, se quejó del déficit comercial de EE. UU. con Canadá y la Unión Europea, y lanzó la idea de cambiar el nombre del Golfo de México por “el Golfo de América”.
