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El impacto creciente de las condiciones meteorológicas extremas en el transporte aéreo en toda Europa ha llevado a las principales organizaciones de aviación a emitir orientaciones para los aeropuertos sobre la preparación para las interrupciones relacionadas con el clima. Un informe colaborativo, titulado Adaptando la Aviación a un Cambio Climático, destaca las preocupaciones clave derivadas del cambio climático y insta a los aeropuertos a realizar evaluaciones de riesgos exhaustivas y formular estrategias de adaptación.
El informe dice: “La aviación enfrenta interrupciones crecientes debido a los patrones climáticos en evolución que afectan a las operaciones, la infraestructura, los pasajeros y el personal, una tendencia que se espera que se intensifique con el cambio climático”.
Para abordar estos desafíos, el informe llama a la adopción de tecnologías y estrategias innovadoras para reforzar la resiliencia en todo el sector de la aviación. El informe advierte sobre varios problemas urgentes, incluidos:
Olas de Calor en Aumento ➡ Se espera un aumento en los días de calor, lo que lleva a una mayor demanda de enfriamiento en las terminales de aeropuertos y en las aeronaves.
Tormentas más Fuertes ➡ Estas pueden causar daños significativos a la infraestructura de los aeropuertos.
Riesgos de Inundaciones ➡ Los eventos de inundaciones más frecuentes podrían interrumpir las operaciones y dañar las instalaciones.
Tormentas Eléctricas y Estrés por Calor: Europa central y oriental es probable que vea más tormentas eléctricas, mientras que el sur de Europa enfrenta un mayor estrés por calor que impacta a los pasajeros y al personal.
Amenazas Costeras ➡ Los aeropuertos cerca de las costas deben prepararse para el aumento del nivel del mar, marejadas más intensas y posibles reducciones temporales o permanentes en la capacidad de los aeropuertos.
Se anima a los aeropuertos a evaluar sus sistemas actuales y hacer preguntas críticas, como si su infraestructura puede manejar interrupciones cada vez más severas y cuáles podrían ser las implicaciones financieras de medidas proactivas versus reactivas.
Un ejemplo contundente de la necesidad de tales evaluaciones ocurrió en el Aeropuerto de Palma, que tuvo que cerrar temporalmente después de que una tormenta severa desatara más de 50 litros de lluvia por metro cuadrado, causando inundaciones significativas en junio de este año. El diluvio abrumó la infraestructura del aeropuerto, con la lluvia que se filtraba a través del techo y creando escenas caóticas mientras los viajeros buscaban refugio. El personal del aeropuerto luchaba por recuperar el control de la situación, mientras que los pasajeros quedaban esperando en los aviones hasta que se pudieran reanudar las operaciones.
Marylin Bastin, jefa de sostenibilidad en Eurocontrol, enfatizó la responsabilidad colectiva de la industria de la aviación, afirmando: “Todos los interesados deben reconocer el creciente impacto del clima extremo. Construir conciencia e invertir en preparación es crucial”.
Alexandre de Joybert, director de sostenibilidad de ACI Europe, añadió: “Estamos equipando a los aeropuertos con herramientas para evaluar y prepararse para los efectos crecientes del cambio climático. Más allá de garantizar la seguridad, debemos abordar la presión sobre la infraestructura y sus implicaciones para la capacidad de los aeropuertos”.
El informe, desarrollado en colaboración con el Grupo de Trabajo de Adaptación al Cambio Climático de la Aviación Europea, sirve como un recurso para que los aeropuertos naveguen por estos desafíos y mejoren su resiliencia frente a un clima cambiante.
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