Una ciudad de GALICIA ha otorgado un alto honor a dos migrantes ilegales que arriesgaron la deportación para detener un violento ataque homofóbico que hizo titulares nacionales.
El Ayuntamiento de A Coruña nombró hijos adoptivos de la ciudad portuaria del norte a los senegaleses Ibrahima Diack y Magatte N’Diaye en una ceremonia el lunes.
Intentaron salvar a un hombre gay brasileño, Samuel Luiz, que fue golpeado y patadas afuera de una discoteca en julio de 2021.
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SAMUEL LUIZ
Samuel, de 24 años, murió posteriormente en el hospital, pero el incidente provocó una gran indignación liderada por el Primer Ministro, Pedro Sánchez.
Mientras los espectadores miraban y no hacían nada, contentos de grabar videos con sus teléfonos móviles, Ibrahima y Magatte intervinieron para detener el brutal ataque, a pesar de lo que eso podría significar para su futuro en España.
En noviembre pasado, un tribunal de A Coruña condenó a los cuatro atacantes a penas de entre 10 y 24 años de prisión.
Dos de los testigos clave en el juicio fueron Ibrahima y Magatte.
Después de la valentía de la pareja senegalesa, se les otorgaron permisos de trabajo y residencia en reconocimiento a su heroísmo.
Ahora tienen el honor especial de A Coruña y dos placas conmemorativas presentadas por la alcaldesa, Inés Rey, con los asistentes a la ceremonia dándoles una larga ovación de pie.
“El hecho de que dos migrantes indocumentados fueran los únicos que se arriesgaron físicamente para ayudar a la víctima de una turba sedienta de horror, deja mucho espacio para la reflexión y también una serie de lecciones que deben ser aprendidas”, dijo Rey.
“No somos héroes, hicimos lo que teníamos que hacer”, dijo N’Diaye.
Diack dijo: “Nací en una familia que no tiene mucho… pero me dieron muchas cosas más valiosas que el dinero. Me dieron respeto, educación y, sobre todo, valores”.