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Estaba leyendo el otro día una historia ambientada en Mallorca donde la cadena de supermercados Mercadona estaba tratando de conectar a sus clientes solteros a través de un plan oportunista donde los compradores solteros podían vincularse románticamente con otros que usaban la misma tienda. Vaya, creo que eso podría describirse como un punto de venta único bastante diferente en el mundo despiadado de las ventas de supermercados. Sin embargo, como siempre, esta historia me hizo pensar en algunos de mis amigos solteros en el Reino Unido, que recurren a medidas interesantes para vincularse románticamente con alguien que les llama la atención.
Como podrás imaginar, me siento un poco incómodo escribiendo esta columna porque, como alguien que está en una relación a largo plazo, no tenía idea de las medidas a las que algunos de mis amigos recurren en busca de… bueno, de un potencial compañero. En primer lugar, para demostrar mi completa inocencia en este asunto, no tenía ni idea de cuántos sitios de citas, de todo tipo, existen en línea. Ni, hay que decirlo, me di cuenta de que tantos de mis conocidos estaban buscando activamente una relación con una persona aún desconocida. Para limitar todas las posibilidades de edad y género, me gustaría centrarme en algunos de mis amigos varones que están divorciados o, más probablemente, viudos.
De hecho, después de un animado partido de tenis dobles, tengo tres amigos que insisten en contar a todos los que quieran escuchar sobre su última aventura romántica, o más probablemente la vergüenza que su última incursión en los reinos del romance ha causado. Hasta ahora, no he conocido a ninguna mujer que esté en un sitio de citas, pero todos los chicos que conozco no hablan de otra cosa. Sin siquiera preguntar, me enfrento a la foto del sitio de citas de Bill (no es su nombre real) que debe haber sido tomada alrededor de 1990 cuando todavía tenía cabello y algo que se parecía a una cintura. ¿Qué dirá tu cita cuando se enfrente a un tipo gordo, calvo y con halitosis sentado en un café? “No dicen nada… porque son tan malos como nosotros los hombres, pero con demasiado maquillaje y hablando demasiado”.
Con esto, Bill confiesa que tiene en promedio de tres a cuatro citas por semana impulsadas por internet y, para ser completamente honesto contigo, me pareció que esto era más un ‘hobby’ que una persona en busca de una relación significativa. También me dijo que todos sus amigos, tanto hombres como mujeres, en estos sitios tienen una estricta adherencia a ciertos protocolos sociales.
En esencia, esto significa que cualquier cosa, desde tener un perro, fumar o tener un acento inadecuado, puede hacer que el más erudito y apuesto de tus hombres mayores sea descartado como un tonto feo. Sin embargo, a veces me encuentro excusándome de un grupo de mis amigos de cincuenta y tantos años (¡sí, está bien!) cuando se reúnen para comparar notas sobre su último intento desastroso de impresionar a alguna pobre mujer. Eso sí, querido lector, esto no significa que la mujer madura soltera sea perfecta en este sentido.
Julie me cuenta que es testigo de discusiones similares con algunas de sus amigas, y te puedo decir ahora mismo que las mujeres son mucho más despiadadas que los hombres en este escenario de citas en línea. Parece que antes de encontrarse con su pretendiente a la hora acordada, una mujer a menudo se esconderá detrás de una marquesina para asegurarse de que su ‘cita’ coincida con el perfil elegante que se ha dado a sí mismo, en lugar de la cruel realidad de pies planos y caspa. Eso sí, si lo piensas, mis amigos solteros de ambos sexos están haciendo cosas en sus años avanzados que hicieron cuando salían en citas como adolescentes. ¡Qué curioso!