Algunos viajeros se dirigían a bodas, otros a funerales. Otros se iban de vacaciones a Disneyland París, hacían un viaje de negocios a Gran Bretaña, regresaban a casa de una luna de miel en Italia o se mudaban a Australia.
Sin embargo, el viernes se encontraron sentados en el suelo del aeropuerto, en autobuses o registrándose en hoteles, ya que decenas de miles de pasajeros quedaron varados, incapaces de llegar a sus destinos debido a un corte de energía que cerró el aeropuerto de Heathrow.
“Es una situación loca”, dijo Roxanna Bagherzadeh, quien se perdió las celebraciones del Año Nuevo persa con su familia en Londres porque su vuelo desde Nueva York nunca despegó.
Algunos vuelos fueron desviados a mitad del océano hacia Madrid o Montreal. Otros se vieron obligados a dar media vuelta por completo. Estudiantes estadounidenses estaban retenidos en Londres. Músicos estaban preocupados de perder sus actuaciones. Algunos viajeros tomaron desvíos sinuosos por Europa para llegar a sus familias. Otros tuvieron que renunciar a grandes planes.
“Iba a pedir matrimonio”, dijo Kevin Black, un bajista que estaba de gira por Europa con su banda y que debía reunirse con su novia. Pero su vuelo dio media vuelta y la llevó de vuelta a Nashville.
“Íbamos a hacerlo en uno de los puentes con vista al río al atardecer” en París, dijo el Sr. Black sobre su propuesta planeada en su viaje por Europa. Ahora, dijo, “probablemente será en una cascada en Tennessee. ¿Qué puedo hacer?”
Con las aerolíneas luchando por responder a una gran cantidad de solicitudes, muchos pasajeros no pudieron comunicarse con ellas. Los vuelos para los próximos días se reservaron rápidamente, y los que quedaban tenían precios exorbitantes, dijeron los viajeros.
El corte de energía también llegó cuando muchos estadounidenses estaban comenzando sus vacaciones de primavera, interrumpiendo los planes familiares.
“En lugar de pescado y papas fritas, tenemos niños llorando en casa”, dijo David Mahler, de 47 años, quien volaba con su esposa y sus gemelos de 11 años a Londres desde Los Ángeles cuando su vuelo dio media vuelta sobre Colorado. Ahora estaban de vuelta en casa buscando otras opciones para las vacaciones de primavera, dijo, pero los vuelos internacionales se habían vuelto demasiado caros. “Estamos un poco atrapados”, dijo.
Mientras los pasajeros en el segundo aeropuerto más grande de Londres, Gatwick, que recibió muchos vuelos que se dirigían a Heathrow, hacían largas colas en los mostradores de ayuda. Heathrow, que suele ser uno de los aeropuertos más transitados del mundo, estaba desierto. La zona de llegadas en la Terminal 3 estaba en silencio, y las pistas y los mostradores de las aerolíneas estaban vacíos.
Una maestra que había estado tratando de regresar a Dallas intentó caminar entre terminales cuando el autobús en el que estaba no pudo entrar en Heathrow. Otro viajero, Monel Bailey, intentó caminar hasta la terminal por la autopista con sus maletas cuando su Uber fue detenido por agentes de policía que bloqueaban la ruta hacia la terminal. “Era una escena de caos”, dijo el Sr. Bailey.
El corte de energía, causado por un incendio en una subestación eléctrica cerca de Heathrow, obligó a las autoridades a cerrar el aeropuerto durante la mayor parte del viernes. Si bien algunos vuelos estaban programados para reanudarse más tarde el viernes, los funcionarios de las aerolíneas advirtieron que las interrupciones en los viajes podrían durar días.
Un vistazo al tablero de información de vuelos de Heathrow el viernes por la mañana dio una idea de cuán grandes serían las ondas de choque por el cierre. Estaban programados vuelos desde Brunei, India y Vietnam para aterrizar, y los pasajeros esperaban abordar aviones hacia docenas de destinos: Miami, Singapur, Tokio … la lista continuaba.
Rachel Morris estaba esperando ansiosamente a que su hermana se uniera a ella en Filadelfia para su despedida de soltera el sábado, pero su vuelo desde Londres fue cancelado. “Estoy devastada”, dijo la Sra. Morris. “Ella es mi dama de honor y mi mejor amiga y ella planeó todo.”
Stephen McCray estaba varado en Londres, adonde había viajado desde Seattle para una gira de libros por la novela de terror debut de su esposa.
“Queremos volver a casa”, dijo el Sr. McCray, de 36 años. “Nuestros perros nos están esperando.”
Los viajeros recurrieron a las redes sociales para quejarse de la interrupción y suplicar a las aerolíneas por ayuda. Uno escribió que tuvo que retirarse de un campeonato de Pokémon Go, otro que ya no podía correr en un medio maratón para el que había entrenado.
“Triste por perderlo”, dijo la corredora de medio maratón, Samira de Blij, quien había planeado volar desde Ámsterdam para la carrera en Reading, al oeste de Londres, el domingo.
La Sra. Bagherzadeh publicó en TikTok lo que llamó “el vlog de viaje más triste de todos los tiempos”. En él, se sentó en el avión, realizó el primer paso de su rutina de cuidado de la piel a bordo y se trenzó el cabello para que no se desordenara en el vuelo.
“Todo fue en vano”, dijo en una llamada telefónica.
La Sra. Bagherzadeh, de 27 años, tenía la intención de cenar con su abuela, quien había viajado a Gran Bretaña desde Francia para la ocasión. En cambio, se sentó en un avión en la pista durante dos horas antes de desembarcar y regresar a casa.
“Tuve un llanto rápido, porque quería ver a mi mamá”, dijo la Sra. Bagherzadeh.
Docenas de aerolíneas vuelan a Heathrow desde unas 180 ciudades en todo el mundo. Muchos aviones que ya estaban en el aire se vieron obligados a desviarse a otro lugar cuando el aeropuerto cerró. El Aeropuerto Internacional John F. Kennedy en Nueva York tenía la mayoría de los vuelos programados para llegar a Heathrow el viernes; algunos fueron desviados a Manchester, en el noroeste de Inglaterra; a Glasgow; o a Reikiavik, Islandia.
Según Cirium, una empresa de análisis de la aviación, hasta 290,000 pasajeros que viajaban hacia o desde Heathrow podrían verse afectados por el cierre. El viernes, se programaron 669 vuelos para despegar de Heathrow, dijo Cirium.
Heathrow es el principal centro de British Airways, que dijo que estaba redirigiendo vuelos a otros aeropuertos en Gran Bretaña cuando era posible.
En el Aeropuerto Fiumicino en Roma, decenas hicieron cola en el mostrador de British Airways, incluido un grupo de estudiantes de secundaria de Arizona que habían planeado volar a casa vía Heathrow después de una semana en Italia.
Entre el caos, el pánico y la frustración, algunos todavía intentaban ver el lado positivo.
Marilyn Leblanc dijo que volaba de Boston a Dublín cuando el piloto anunció que debido al incendio en Heathrow volverían. Pero como el avión necesitaba repostar, fueron desviados a Canadá para cargar combustible.
“Así que salimos de Boston alrededor de las 7 p. m. del jueves y llegamos de vuelta el viernes por la mañana a las 5 a. m.”, dijo la Sra. Leblanc. “¡Solo un agradable paseo dominical alrededor del océano!”
La información fue contribuida por Nicholas Yong desde Singapur; Jonathan Wolfe y Lynsey Chutel desde Londres; y Matthew Mpoke Bigg desde Roma.