El cierre de un carril de la AP-7 podría causar meses de retrasos para los conductores en la Costa del Sol.
Los conductores en la Costa del Sol se están preparando para meses de caos en el tráfico, ya que las obras viales están programadas para cerrar un carril de la concurrida autopista AP-7 cerca de Torremolinos a partir del lunes 30 de septiembre a las 8 am. El cierre, que durará hasta el 5 de diciembre, es parte de un proyecto multimillonario del gobierno destinado a reducir la contaminación acústica, pero está listo para causar una interrupción significativa para los automovilistas en la región.
El tramo afectado de la AP-7, entre los puntos kilométricos 996.300 y 997.300, se encuentra en una de las secciones más concurridas de la autopista y verá cerrado el carril derecho, lo que podría provocar atascos de tráfico para miles de automovilistas. Las obras viales, diseñadas para instalar barreras acústicas, forman parte del plan del gobierno español contra la contaminación acústica en la sección Málaga-Estepona de la autopista.
La instalación de estas barreras acústicas tiene un coste elevado de 3,28 millones de euros. Las barreras se están colocando para proteger a los residentes de los desarrollos de viviendas cercanos del ruido implacable de la autopista, con el objetivo de mantener los niveles de sonido por debajo de 65 decibelios durante el día y 55 decibelios por la noche. Se espera que el proyecto beneficie a 4.800 residentes que han estado sufriendo durante mucho tiempo por el ruido excesivo.
Aunque los residentes finalmente disfrutarán de algo de paz y tranquilidad, los conductores no son tan afortunados. Con un carril cerrado, es probable que el flujo de tráfico hacia Cádiz se ralentice a paso de tortuga durante la hora punta. Para los residentes, turistas y trabajadores que se desplazan diariamente por la Costa del Sol, el cierre de la carretera se está convirtiendo en una pesadilla logística, con frustración, retrasos y semanas de agitación por delante.
Este no es el único tramo de carretera que experimentará importantes interrupciones. Las mejoras en la AP-7 forman parte de una inversión más amplia de 302 millones de euros por parte del gobierno central en Madrid para mejorar la red de carreteras de España. El mismo plan incluye la instalación de 28 barreras acústicas en Marbella, un proyecto que salió a licitación por 15,8 millones de euros en diciembre pasado.
Aunque el gobierno está ansioso por presumir de su inversión, está claro que los conductores locales pagarán el precio en atascos de tráfico y dolores de cabeza en los desplazamientos. Los residentes ya están preocupados por cómo el cierre del carril afectará a la vida diaria, especialmente con el turismo y el comercio local aún en proceso de recuperación después de la pandemia.
Empresas locales y residentes por igual están preocupados por el momento de las obras, que coinciden con un periodo otoñal clave en el que tanto el turismo como los desplazamientos diarios siguen siendo elevados. Muchos temen que el cierre de la AP-7 pueda perturbar el comercio local, así como los planes de los turistas, durante estos meses cruciales.
Algunos residentes frustrados han expresado su preocupación de que los millones de euros del gobierno en inversiones viales podrían haber sido mejor programados, permitiendo las mejoras sin interrumpir miles de desplazamientos diarios. El sentimiento entre los conductores parece ser que, si bien es genial que estén arreglando el ruido, sería bueno si pudieran arreglar el tráfico primero.
Con el carril derecho fuera de servicio durante más de dos meses, se insta a los conductores locales y turistas a prepararse para lo que probablemente será semanas de congestión en la principal autopista privada de la Costa del Sol.
Como el cierre del carril de la AP-7 se acerca, los automovilistas de la Costa del Sol deben prepararse para largos retrasos, planificar rutas alternativas y armarse de paciencia. Desafortunadamente, cerrar uno de los carriles en la autopista AP-7, sumado al caos en la carretera A-7, significa dos meses de desplazamientos difíciles por delante.