Científicos Antárticos Solicitan Rescate por Razón ‘Alarmante’

Vivir y trabajar en una parte remota de la Antártida es peligroso. Las condiciones hostiles son algo para lo que los investigadores estacionados allí pueden prepararse, pero ¿el miedo de ser atacados por uno de los suyos? Nadie esperaba eso.

Un grupo de investigadores sudafricanos que estudian el clima de la región se encuentran en esa situación exacta, y eso posiblemente ni siquiera sea lo peor. El grupo está estacionado en la base Sanae IV en la Antártida, y les lleva un asombroso dos semanas llegar a la cima del acantilado, si las condiciones meteorológicas son soportables. Eso son 2,500 millas desde el extremo más meridional de África. El grupo todavía tiene unos 10 meses más en la base antes de que alguien esté programado para ir a buscarlos, pero una reciente disputa verbal que se convirtió en física tiene al grupo buscando desesperadamente ayuda.

Con pocas opciones, el grupo envió un correo electrónico suplicando ayuda. En el correo electrónico, obtenido por el Sunday Times de Sudáfrica, un miembro afirmó que el grupo vive con miedo porque uno de los investigadores en la base los atacó, constituyendo una amenaza para todo el equipo.

“Lamentablemente, el comportamiento de [él] ha escalado a un punto que es profundamente perturbador”, escribió el autor del correo la semana pasada. “Específicamente, agredió físicamente a [nombre retenido], lo cual es una grave violación de la seguridad personal y las normas laborales.”

No está claro quién escribió el correo electrónico o quién es el agresor en el grupo, pero ahora el ministro de Medio Ambiente de Sudáfrica, Dion George, está interviniendo.

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“Hubo una discusión verbal entre el líder del equipo y esta persona”, dijo George. “Luego escaló y esa persona agredió físicamente al líder. Puedes imaginar cómo es, son espacios reducidos y la gente puede volverse loca. Puede ser muy desconcertante.”

El ataque es una cosa, pero lo que realmente está causando alarma entre el grupo de investigadores es supuestamente una amenaza muy seria por parte del agresor.

“Además, amenazó con matar a [nombre retenido], creando un ambiente de miedo e intimidación”, decía el correo electrónico. “Sigo profundamente preocupado por mi propia seguridad, preguntándome constantemente si podría convertirme en la próxima víctima.”

Según The Sunday Times, las temperaturas en la zona pueden descender a 9 grados bajo cero y las velocidades del viento pueden alcanzar hasta 135 millas por hora.