China anunció aranceles de hasta el 100 por ciento sobre la colza, cerdo y otros alimentos de Canadá el sábado, en represalia por la decisión de Canadá el pasado agosto de imponer altos impuestos a las importaciones de vehículos eléctricos, acero y aluminio chinos.
Los aranceles chinos, que entrarán en vigor el 20 de marzo, también fueron una clara advertencia a Canadá, e indirectamente a México, para no cooperar con Estados Unidos en materia de comercio. La administración Trump, al igual que la administración Biden antes que ella, ha estado exigiendo que Canadá y México no sirvan como puertas traseras para que los productos chinos de bajo costo ingresen al mercado estadounidense bajo los acuerdos de libre comercio de América del Norte.
La Comisión de Aranceles del Consejo de Estado de China anunció el sábado que impondría aranceles del 100 por ciento sobre el aceite de colza, que es la mayor exportación de Canadá a China, y sobre guisantes, y del 25 por ciento sobre cerdo y mariscos canadienses. La comisión dijo que las medidas eran en respuesta a los aranceles del 100 por ciento de Canadá a los autos eléctricos de China y sus aranceles del 25 por ciento sobre el acero y aluminio chinos, que entraron en vigencia en octubre.
El Ministerio de Comercio de China dijo en un comunicado separado que “China urge a Canadá a corregir de inmediato sus prácticas erróneas, levantar las medidas restrictivas y eliminar los efectos adversos”.
El gobierno canadiense no hizo comentarios inmediatos.
Las declaraciones de las agencias chinas están cuidadosamente redactadas para cumplir con las reglas de la Organización Mundial del Comercio y no mencionan ningún esfuerzo para influir en Canadá o México durante sus actuales discusiones comerciales con Estados Unidos. Pero un comentario publicado por la televisión estatal de China dejó pocas dudas de que un objetivo clave para China es disuadir a los funcionarios de Ottawa y Ciudad de México de ceder a la presión estadounidense para aumentar los aranceles canadienses y mexicanos a los productos chinos.
Los aranceles chinos son “una poderosa contramedida a la elección errónea de Canadá y una fuerte advertencia a algunos países que tienen la intención de imponer aranceles adicionales a China a cambio de que Estados Unidos no les imponga aranceles adicionales”, dijo la Televisión Central de China.
El primer ministro Justin Trudeau de Canadá anunció aranceles a las importaciones de China el año pasado, en parte para proteger las fuertes inversiones respaldadas por el gobierno de los fabricantes de automóviles en fábricas de autos eléctricos en Canadá. Pero también había crecientes preocupaciones y quejas por parte de la administración Biden, recientemente repetidas por la administración Trump, de que los productos chinos estaban inundando Canadá.
En parte debido a esa afluencia de China, las acerías canadienses, los productores de aluminio y otros fabricantes dependen en gran medida del mercado estadounidense para sus ventas, aprovechando los envíos libres de impuestos. Canadá y México han tenido recientemente déficits comerciales en aumento con Estados Unidos.
Al imponer aranceles a los extensos envíos de colza y otros productos agrícolas de Canadá a China, los líderes de Pekín han enviado un recordatorio claro de que China también es un gran mercado.
Canadá exportó $3.29 mil millones en colza, también conocida como semilla de colza y utilizada en la alimentación animal y la cocina, a China el año pasado, lo que representó el 13.4 por ciento de las exportaciones totales de Canadá a China. Las exportaciones canadienses de colza a China se dispararon el otoño pasado cuando los comerciantes se apresuraron a vender suministros a los almacenes chinos antes de que los aranceles entraran en vigor.
El gobierno chino había dicho a finales de septiembre que tardaría hasta un año en decidir cómo responder a los aranceles canadienses. Decidió actuar antes después de que el presidente Trump impusiera aranceles del 25 por ciento esta semana a las importaciones de Canadá y México, pero luego los suspendió rápidamente para los automóviles y muchos otros productos.
China puede tener un poco más de palanca comercial con Canadá que con México. Por cada dólar de bienes canadienses o mexicanos que China importa, China vende $3 de bienes a Canadá y casi $5 de bienes a México.
Las exportaciones de China a México se han duplicado desde 2019 a medida que los autos chinos de gasolina en particular han aumentado rápidamente sus ventas allí en detrimento de los fabricantes estadounidenses y europeos con fábricas en México.
La acción de China el sábado seguramente despertará recuerdos desagradables en Canadá sobre un arancel chino similar a la colza canadiense durante dos años a partir de febrero de 2019. China impuso ese arancel después de que las autoridades canadienses detuvieron a Meng Wanzhou, una alta ejecutiva del gigante de las telecomunicaciones chino Huawei, con una orden de arresto de Estados Unidos.
China también encarceló en ese momento a dos canadienses en duras condiciones, mientras que Canadá permitió que la Sra. Meng viviera en una mansión de Vancouver mientras esperaba una decisión sobre su estatus legal. Finalmente, Estados Unidos, Canadá y China llegaron a un acuerdo en el que los tres detenidos pudieron regresar a sus países de origen, pero la opinión pública sobre China en Canadá se deterioró considerablemente durante la disputa.
Amy Chang Chien contribuyó con la investigación.