El uso de tecnologías de monitoreo remoto ha aumentado enormemente en los últimos años, y en un nuevo informe, el Centro Peterson sobre Atención Médica proporcionó recomendaciones para los encargados de formular políticas sobre la cobertura y el pago de estos servicios.
El Centro Peterson sobre Atención Médica es una organización sin fines de lucro centrada en hacer que la atención médica sea más asequible. En 2023, la organización lanzó el Instituto de Tecnología de Salud Peterson (PHTI), un evaluador independiente de soluciones de salud digital. Este informe se basa en los hallazgos de tres evaluaciones de PHTI sobre herramientas para la diabetes, la hipertensión y los trastornos musculoesqueléticos, así como en un análisis de las tendencias en la facturación de Medicare y Medicaid.
El monitoreo remoto incluye el monitoreo fisiológico remoto (RPM) y el monitoreo terapéutico remoto (RTM). El primero realiza un seguimiento de los datos físicos de los pacientes, como el peso o la glucosa en sangre, mientras que el segundo realiza un seguimiento de los datos autoinformados de los pacientes, como el dolor o los niveles de actividad.
El informe señala que la facturación de Medicare por monitoreo remoto ha aumentado en los últimos años. El gasto federal en Medicare tradicional en RPM aumentó de $6.8 millones en 2019 a $194.5 millones en 2023. El gasto en RTM aumentó de $2.2 millones en 2022 (cuando se lanzaron los códigos) a $10.4 millones en 2023.
Además, ha habido un aumento constante en los pacientes que reciben monitoreo a largo plazo, aunque los estudios muestran que la mayoría de los beneficios ocurren en los primeros meses. Según encontró el informe, algunos proveedores continúan facturando por servicios de monitoreo remoto mucho después de que los pacientes probablemente reciban más beneficios.
Basándose en estos problemas, el Centro Peterson sobre Atención Médica hizo las siguientes tres recomendaciones para los encargados de formular políticas sobre tecnologías de salud remotas:
1. La cobertura y el reembolso deben basarse en el rendimiento: Los encargados de formular políticas y los pagadores deben crear “límites de duración de monitoreo remoto específicos para cada condición, basados en evidencia, y requerir una redeterminación activa de la necesidad médica para continuar la cobertura de estos servicios más allá de esos límites”. También deben vincular la cobertura a la efectividad clínica del monitoreo remoto por condición.
2. Mejorar el acceso y el uso de servicios de alto impacto: Los encargados de formular políticas y los pagadores deben eliminar el uso de tecnologías de monitoreo remoto de bajo rendimiento y aumentar el acceso a herramientas de alto rendimiento para quienes las necesitan.
“Hoy en día, hay muy poca penetración en el uso de RPM o RTM en áreas rurales, donde los servicios remotos de alto impacto deben desempeñar un papel central en la atención de las poblaciones rurales dadas las tasas más altas de enfermedades crónicas, la escasez de proveedores y las distancias más largas hasta la atención”, señaló el informe.
3. Avanzar en la recopilación de datos de servicios de monitoreo remoto: Los pagadores y los encargados de formular políticas necesitan mejores datos sobre cómo están funcionando estas tecnologías, qué soluciones digitales se están utilizando, las condiciones para las que se están utilizando las tecnologías y otra información. Esto facilitará la toma de decisiones basadas en evidencia sobre la cobertura y el reembolso de servicios de monitoreo remoto.
“Al adoptar emocionantes nuevas tecnologías que extienden la atención más allá de las paredes de la consulta médica, necesitamos diseñar modelos de pago que se alineen con los beneficios clínicos para los pacientes”, dijo Caroline Pearson, directora ejecutiva del Centro Peterson sobre Atención Médica, en un comunicado. “Eso significa poner fin a los ‘códigos eternos’ que incentivan la facturación a largo plazo de una atención ineficaz y en su lugar diseñar pagos que reembolsen a los proveedores por los períodos de tiempo en que deberían estar monitoreando activamente y gestionando las enfermedades de sus pacientes.”