Desde hace varias semanas, el Ayuntamiento de Inca ha estado negando la existencia de dos asentamientos chabolistas. Fuentes policiales dicen lo contrario, mientras que hay evidencia de los propios ojos de la gente.
El ayuntamiento sostiene que se trata de familias que han ocupado casas. Sin embargo, por ejemplo, no hay techos. Personas sin hogar se han establecido en ellos. Tiendas de campaña, lonas y cartones se utilizan para protegerse de los elementos. Uno de estos asentamientos está frente a un McDonalds en la carretera principal que atraviesa Inca; el otro está cerca del hospital.
Un chabolismo no es una ocupación. Foto: Pere Bota.
Los ayuntamientos son responsables del cuidado social de las familias. Ofrecen asistencia a través de servicios sociales a personas que lo requieren e informan al Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS) del Consejo de Mallorca de casos en los que las personas necesitan refugio u otros recursos que no pueden proporcionar.
El IMAS afirma que no tiene registro de casos de personas sin hogar en Inca: “No hay asentamientos, no hay personas viviendo en las calles, el ayuntamiento no nos ha comunicado nada al respecto”.
En Mallorca, en las Islas Baleares de hecho, solo se llevan a cabo recuentos de personas sin hogar en Palma y Playa de Palma. La Cruz Roja coordina con el IMAS en la atención de sus necesidades. El censo más reciente que realizaron las dos entidades registró a 443 personas sin hogar. Esto fue en 2022, desde entonces la falta de vivienda ha ido en aumento.
El perfil de las personas sin hogar ha cambiado: el 40% son naturales de las Islas Baleares; un buen número de ellos tienen empleo. Marga Plaza, responsable del programa de la Cruz Roja para el cuidado de personas sin hogar, dice: “El precio de la vivienda hace que no tengan suficiente dinero para alquilar una casa. A veces ni siquiera alcanza para alquilar una habitación. Nos encontramos con personas que tienen empleo y que están sin hogar”.