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Los bomberos de Palma se quedaron con la cara roja después de que su camión de bomberos, que formaba parte del desfile de los Reyes Magos por las calles de Palma el domingo, se averiara y se negara a arrancar.
Con cientos de personas mirando, los bomberos tuvieron poco más remedio que bajarse y empujar, mientras la multitud vitoreaba a los mejores de Palma, que tuvieron poca opción más que recurrir a la fuerza muscular. Inicialmente se temió que todo el desfile se detuviera de golpe, pero los bomberos lograron empujar su vehículo lejos.
Y este no fue el único incidente durante el gran desfile del domingo. A medida que el colorido desfile, menos un camión de bomberos, entraba en sus etapas finales, una mujer en la multitud y armada con un micrófono comenzó a gritar si alguien quería comprar un piso que tiene en la Plaza Mayor.
Los Reyes no estaban contentos con esta inusual venta y provocó fruncir el ceño entre los cortesanos en el desfile.
¿Logró venderlo? Bueno, tendría que esperar hasta llegar a casa para comprobar si los Reyes habían obrado su magia con el regalo final.
Mientras tanto, los pobres bomberos ya habían hecho su deseo para el próximo año… un camión de bomberos que funcione y que no se averíe sería su regalo.
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