Un propietario de un bar en Mallorca está acusado de usar una cámara disfrazada de botella de agua para filmar a cientos de mujeres mientras usaban el baño en su establecimiento.
Entre 2016 y 2022, decenas de mujeres, incluidas cuatro menores, fueron grabadas aliviándose sin su conocimiento, según la Policía Nacional.
La cámara estaba escondida dentro de la etiqueta de la botella de agua, que estaba colocada a la vista del baño.
La policía la describió como un dispositivo “sofisticado” que se activaba por el movimiento y podía incluso grabar sonido.
Se dice que el sospechoso, de 44 años, que era propietario del bar junto con su hermano, compró la cámara oculta en línea.
Los fiscales piden una condena de 60 años de cárcel y una multa de 6.000 euros a cada una de las 26 víctimas identificadas hasta ahora, lo que suma un total de 156.000 euros.
Aún no se ha anunciado la fecha del juicio, pero se cree que será “pronto”, según informa Ultima Hora.
El bar donde se hicieron las grabaciones estaba ubicado cerca del casco antiguo de Palma de Mallorca.
La zona es un importante lugar turístico, lo que significa que es posible que varios turistas hayan sido grabados sin su conocimiento.
El sospechoso fue arrestado en julio de 2022, cuando la policía analizó la tarjeta de memoria del dispositivo en ese momento.
Esa tarjeta sola tenía 38 mujeres diferentes en ella, lo que significa que probablemente hubo cientos más durante un período de cuatro años.