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En octubre del año pasado, la atención se centró en pegatinas en señales de tráfico en la Sierra de Tramuntana. Unos meses después, la cantidad de pegatinas es tal que hay señales que están completamente cubiertas con ellas.
En su mayoría, son colocadas por grupos y clubes de ciclismo. Estas pegatinas pueden parecer inofensivas, pero ocultan información, que es el propósito de tener señales. Esta información, además de nombrar la ubicación, incluye la longitud de una subida y la pendiente media.
Hay quien opina que son una forma de vandalismo de manera similar al graffiti. Constituyen una infracción, ya que las señales son propiedad pública. Las pegatinas o cualquier otra cosa no pueden ser colocadas sin autorización, aunque esta no sería concedida.
La locura de las pegatinas es tal que el Aeropuerto de Palma ha optado por instalar ‘paredes de pegatinas’ con la esperanza de que estas sean utilizadas en lugar de haber pegatinas en señales por todo el aeropuerto.
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