El propietario del Aparthotel Sol y Mar en Cala Bona ha realizado una declaración ante la Guardia Civil después de un incidente ocurrido hace unas noches, cuando la Guardia Civil y la Policía de Son Servera fueron llamadas al establecimiento debido a la presencia de okupas.
La empresa encargada del sistema de alarma alertó al propietario de que el hotel había sido ocupado ilegalmente. Cuando llegaron las primeras unidades policiales, encontraron alrededor de treinta okupas; entre ellos, un número importante de mujeres y niños.
Los okupas, que se dice que son ‘profesionales’ en ocupar edificios, le dijeron a la policía que la ley española los protege. Presentaron recibos de supermercado en un intento de justificar que habían estado viviendo en el hotel durante más de un mes.
El propietario afirmó que los okupas habían entrado por la fuerza, robado varios objetos y causado daños considerable. Mientras tanto, una empresa de desahucios había instalado un control que permitía a la gente salir pero no entrar. Se cambiaron las cerraduras y al parecer se cortó el agua y la electricidad.
Todo esto contribuyó a una situación tensa con la que se enfrentaron los policías.