Cable polémico en el continente operativo para el año 2030.

Se espera que la segunda conexión eléctrica entre la península y Mallorca esté operativa para el año 2030. El coste, según los cálculos de Red Eléctrica, será más del doble que el de la primera conexión desde Sagunto en Valencia hasta Santa Ponsa, alcanzando los mil millones de euros en comparación con los 420 millones. Este coste incluye baterías de almacenamiento en Menorca e Ibiza y un compensador síncrono para proporcionar estabilidad a toda la red.

El cable, o más bien cables ya que son tres, irán desde Sagunto hasta Sa Ferradura en Alcudia, en la Bahía de Pollensa. La ruta terrestre será hasta la subestación de Sant Martí junto a la central eléctrica de Es Murterar en Alcudia, donde se tendrá que construir una estación de conversión (como fue el caso en Santa Ponsa).

Debe haber una distancia mínima entre estos tres cables de entre 25 y 50 metros, aunque a mayores profundidades esta distancia será mucho mayor. La profundidad máxima es de 1,613 metros; la distancia entre cada cable será de 750 metros.

Red Eléctrica calcula que el 65% de la demanda eléctrica anual media en las Islas Baleares estará cubierta por las dos conexiones. Las emisiones de CO2 se reducirán en 905,000 toneladas al año debido a una menor necesidad de combustibles fósiles. Se producirá un ahorro anual de 149 millones de euros.

Al llevar la conexión a Alcudia, no será necesario construir una nueva red de transmisión en tierra ya que una ya existe. Si llegara al sur de la isla, sería necesario construir una nueva red de transmisión. La longitud total de la segunda conexión será de 389.8 kilómetros, mientras que la primera fue de 237.

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Aún no se ha decidido la ruta terrestre precisa, aunque claramente hay una ruta preferida. Tanto el punto de entrada como la ruta terrestre han causado una considerable controversia en Alcudia. Mientras que ha habido objeciones al cable en sí, un argumento principal ha sido que debería llegar a Puerto Alcudia (Bahía de Alcudia) en su lugar. Hace algunos años se instaló un cable subterráneo de alta tensión entre el puerto y la subestación.

La oposición se ha basado en motivos de patrimonio natural y salud. Las praderas de posidonia oceánica han sido un factor que ha influido en la decisión. Red Eléctrica argumenta que ha optado por una ruta con el menor impacto en la posidonia – 974.5 metros cuadrados. En el caso de la conexión de Santa Ponsa, que se puso en funcionamiento en 2012, el impacto fue de 1,920 metros cuadrados.