“It’s not just about selling records, it’s about creating a space where people feel welcome and connected through their shared love of music,” she continues. “And that’s exactly what Wax Heads captures so well. It’s not just a game about running a business, it’s a celebration of the community that forms around music.”
As I continue to navigate the ups and downs of managing Repeater Records in Wax Heads, I can’t help but feel a sense of kinship with the characters in the game. From the quirky customers to the passionate staff, each interaction feels like a glimpse into the vibrant world of a local record shop.
And as the game draws to a close, with the shop on the brink of closure, I’m reminded of the importance of supporting local businesses and cherishing the spaces that bring us together through music. Wax Heads may be a fictional game, but its message of community, empathy, and connection rings true in the real world.
Mi experiencia de recorrer tiendas de discos en Londres con Adam, aunque probablemente hace unos cinco años, fue que eran todos hombres de mediana edad.
En High Fidelity, Cusack y Jack Black se burlan y menosprecian los gustos de sus clientes, pero Somerwolff ve su emporio musical ficcionalizado como lo contrario. “Estoy realmente en contra de la idea de elitismo. Para mí, un disco es una puerta de entrada a la conexión entre las personas”, dice. En Wax Heads, las recomendaciones “correctas” te otorgan una puntuación perfecta y la confianza de cada cliente feliz, y este es el tipo de conexión y descubrimiento que Taylor ve en su tienda de discos de la vida real todos los días.
“Hemos tenido niños de 13 años que vienen con su papá y de repente ves esta relación floreciendo frente a ti, donde padre e hijo han descubierto juntos a De La Soul”, dice Taylor. “Eso es realmente encantador, y lo puedo ver [en el juego]”.
Es la sensación de la tienda de discos local como ayuntamiento, iglesia y punto de encuentro musical lo que siempre impactó en High Fidelity, y es lo mismo en Wax Heads. El juego es una carta de amor al comercio musical, una creación digital que se siente decididamente analógica. Todavía es pronto para Wax Heads; aún no ha encontrado un editor. Sin embargo, a medida que el mundo se cansa cada vez más de los servicios de streaming y la apreciación y demanda de vinilos sigue aumentando, es reconfortante ver un juego que destaca la alegría del descubrimiento musical que te espera en tu tienda de discos local.