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Bruselas, ciudad Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, combate los problemas derivados del turismo excesivo
Crédito: Shutterstock: Aliaksandr Antanovich
Brujas se une a los países europeos que están tomando medidas contra el turismo excesivo abordando los alquileres vacacionales a corto plazo y los cruceros.
Brujas, en Bélgica, es una ciudad Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, con sus famosas calles empedradas, canales y arquitectura medieval, y un destino turístico que registró más de 8,3 millones de visitantes en 2023.
Pero una ciudad con menos de 120,000 habitantes ahora se ha convertido en víctima del turismo excesivo y los efectos duraderos que este conlleva.
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Brujas, en Bélgica, se enfrenta a problemas debido al turismo excesivo
El alcalde de Brujas, Dirk De fauw, habló recientemente sobre este tema, afirmando “La gente ha empezado a indicar que hay simplemente demasiados visitantes”.
“Si dejamos que todos hagan lo que quieran, las cosas rápidamente se saldrán de control”, dijo el alcalde, dando esperanza a los lugareños de que se tomarán medidas al respecto.
Brujas implementa nuevas reglas y regulaciones para abordar el turismo excesivo
En respuesta a este problema, la ciudad ha implementado una prohibición de la construcción de nuevos hoteles, específicamente en su centro histórico, además de detener la emisión de nuevas licencias de viviendas vacacionales en toda la ciudad.
Los residentes de Brujas esperan que estas nuevas restricciones ayuden a restablecer el equilibrio entre turistas y residentes, para que puedan compartir la belleza de la ciudad sin abarrotarla.
Brujas no es la única ciudad europea que combate los efectos negativos del turismo. A principios de este año, Barcelona anunció una prohibición en toda la ciudad de alquileres a corto plazo para 2029 y continúa aumentando su impuesto turístico.
Brujas aborda a los visitantes a corto plazo y los “excursionistas”
Otro problema al que se enfrenta Brujas son los “excursionistas”; los visitantes de un día pueden acceder fácilmente a Brujas a través de su puerto, al igual que Venecia.
Aunque este problema para la ciudad es similar a los alquileres a corto plazo, las opciones para una solución no son las mismas.
En Venecia, la ciudad introdujo una tarifa para los excursionistas de un día, o impuesto turístico, para ayudar a apoyar a la ciudad y sus residentes, y ayudar a reducir el hacinamiento.
Brujas descarta el impuesto turístico a diferencia de Venecia o Barcelona
Sin embargo, Dirk De fauw descartó por completo esta opción para Brujas, afirmando “No podemos y no queremos controlar el acceso a la ciudad, como Dubrovnik o Venecia”.
Esto no significa que no se esté haciendo nada al respecto. En 2019, se establecieron límites para los cruceros que atracan en Brujas, con un máximo de dos al día, en lugar de cinco.
En un esfuerzo por evitar que más visitantes lleguen, las autoridades locales también retiraron anuncios de la ciudad histórica en el aeropuerto de Bruselas.
El alcalde enfatizó la importancia de valorar la ciudad y lo que ofrece fuera del turismo; “Queremos mantener a Brujas como una ciudad con actividades más allá del turismo”.