Hasta mil residentes marcharon en Los Montesinos el martes para protestar contra el ayuntamiento por decidir albergar una planta regional de reciclaje de residuos orgánicos.
Los lugareños estaban enojados por la falta de consulta antes de que se llegara a un acuerdo y fuera aprobado por el alcalde de la ciudad, José Manuel Butrón.
Se llegó a un acuerdo después de meses de conversaciones secretas con el Consorcio Sostenible de la Vega Baja antes de ser aprobado por el ayuntamiento que el PSOE de Butrón ha controlado desde su formación en 1991.
PROTESTA EN EL CENTRO DE MONTESINOS
Los opositores están preocupados por los olores que provendrían de la instalación, que se ubicaría en el polígono industrial Levante de la ciudad, así como por los camiones que traerían basura para ser reciclada desde toda la Vega Baja.
La marcha del martes fue la más grande vista en el municipio de 5,000 habitantes desde los días en que intentaba obtener su estatus individual de Almoradí, que logró en 1990.
Los manifestantes corearon en contra del alcalde, que estaba de vacaciones, durante la caminata de un kilómetro desde el polígono industrial hasta el ayuntamiento.
La planta de residuos orgánicos trataría residuos de alimentos domésticos y de hostelería que se convertirían en fertilizante orgánico.
Se ha asignado un terreno de 3,500 m2 en el polígono industrial para la instalación, que costaría 4 millones de euros construir.
El Consorcio Sostenible de la Vega Baja dice que tendrá un impacto ambiental mínimo.
La planta reciclaría 4,400 toneladas de residuos al año, con el ayuntamiento de Los Montesinos recibiendo un pago de 3€ por tonelada de residuos, además de una tarifa anual de 22,500€ por ‘mejoras medioambientales’.
Los residentes dicen que la cifra de 4,500 toneladas es conservadora, ya que la región de la Vega Baja genera más de 100,000 toneladas de residuos al año.