Rusia y Corea del Norte firmaron un pacto de defensa ayer. El presidente Vladimir Putin y Kim Jong-un revivieron un pacto de defensa mutua de la era de la Guerra Fría entre Rusia y Corea del Norte. Prometieron brindarse “asistencia mutua en caso de agresión”, pero no estaba claro si esta asistencia implicaría una intervención militar a gran escala, como especificaba el tratado de 1961 ya extinto. Putin dijo que Rusia “no excluye el desarrollo de la cooperación militar-técnica” con Corea del Norte, según el nuevo acuerdo. También prometió ayuda tecnológica no especificada. Si esto incluye algunas tecnologías críticas que Kim ha buscado perfeccionar, podría ayudar a Corea del Norte a apuntar mejor a sus adversarios, comenzando con los EE. UU. Putin también parece haber terminado con sus años de ayuda para frenar el programa nuclear y de misiles de Corea del Norte. “Pyongyang tiene derecho a tomar medidas razonables para fortalecer su propia capacidad de defensa, garantizar la seguridad nacional y proteger la soberanía”, dijo ayer, aunque no abordó si eso incluía el desarrollo adicional de las armas nucleares.