Bess Atwell: Reseña de Light Sleeper – miniaturas conmovedoras y oníricas | Pop y rock

Bess Atwell tiene el tipo de voz que aterriza en notas como un polinizador en un pistilo: ligeramente, pero con un propósito singular. La encantadora cantautora femenina es un tropo que se ha sobreutilizado, pero Atwell, con base en Brighton, en su tercer álbum, logra combinar la languidez brumosa endémica de la era de Lana Del Rey con la precisión inesperada de Julia Jacklin, creando un conjunto de canciones que trasciende los lugares comunes de la chica triste.

Naturalmente, el amor aparece, como lo hizo en Already, Always (2021). Pero Light Sleeper aborda todo tipo de situaciones emotivas, trabajadas en pintorescas y oníricas miniaturas. Reducir los antidepresivos y abrazar la plena fuerza de la vida es un tema dominante: “despertar y sentirlo todo”, como canta Atwell en la canción principal.

El autismo de alta necesidad de su hermana, y el reciente diagnóstico de TEA de Atwell, atraviesan The Weeping, describiendo las luchas de la familia Atwell como las de “cuatro hermanos en guerra”. En Fan Favourite, algo trascendental llega a un tranquilo final, pero sin una “fiesta de despedida”, o cierre. El productor Aaron Dessner se topó con el trabajo de Atwell y se ofreció como voluntario; James Krivchenia de Big Thief, Ben Lanz de Beirut y James McAlister colaborador de Sufjan Stevens aparecen en instrumentos adicionales, una capa de laca de indie estadounidense de clase media que, notablemente, no eclipsa la individualidad de Atwell.

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