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El lunes era la fecha límite que se les había dado a los ocupantes ilegales del Club Bellevue en Alcudia para desalojar las instalaciones o enfrentar consecuencias legales.
La gran mayoría de los ocupantes en el edificio Neptuno II, que no ha sido utilizado desde la pandemia, se fueron la semana pasada. Se estimaba que eran alrededor de 150. La empresa de desalojo de ocupantes, Guardians Control, contratada por BlueBay Hotels & Resorts, había complicado las cosas para aquellos que permanecían.
Para el lunes, el número se redujo a doce como máximo. Cinco familias con niños aceptaron la oferta del Ayuntamiento de Alcudia de alojamiento en un albergue durante un mes. Unos pocos ocupantes más se fueron por la mañana antes de que la empresa comenzara sus intentos de sacar a los demás.
Se forzaron las puertas de los apartamentos, y se les dijo a los ocupantes ilegales que se fueran o enfrentarían las consecuencias, teniendo que pagar por los daños y enfrentando cargos por usurpación. Hubo cierta resistencia. Parece ser que aún hay ocupantes ilegales en el edificio.
Guardia Civil y representantes del Sindicato de Vivienda de Palma. Foto: Miquel À. Cañellas.
La Guardia Civil estuvo presente en lo que se describió como un desalojo pacífico, habiendo habido informes – de los ocupantes ilegales – de agresiones por parte de representantes de la empresa en los últimos días. Un ocupante ilegal dice que fue empujado y cayó por unas escaleras. El incidente fue grabado, y hubo una advertencia de que si las imágenes salían a la luz, “las cosas se pondrían feas”. Se llamó a la policía pero se dice que no respondieron. Una ambulancia fue al lugar.
También estuvieron presentes en Bellevue el lunes representantes del Sindicato de Vivienda de Palma que actúan en nombre de las personas que enfrentan desalojos.
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