Los ayuntamientos en la Sierra de Tramuntana han anunciado una medida adicional para tratar la contaminación acústica. Varios municipios ya habían aprobado regulaciones para limitar el ruido excesivo de los vehículos. El último desarrollo significará que se harán cargo de monitorear el ruido.
El martes, los trece alcaldes de los municipios que constituyen la Mancomunitat de Tramuntana aprobaron la compra de tres medidores de nivel de sonido para que las fuerzas de policía locales puedan llevar a cabo estos controles.
El presidente de la Mancomunitat y alcalde de Estellencs, Bernat Isern, dijo: “El objetivo es tratar de poner fin a la delincuencia acústica que sufrimos en la Tramuntana”.
Los residentes llevan años quejándose de la falta de control de los vehículos y carreras ilegales que tienen lugar en las montañas, especialmente en la carretera principal MA-10.
Los agentes de policía recibirán formación en el uso de los medidores y estarán “listos para actuar a partir de marzo”, explicó Isern. Sin embargo, solo podrán actuar en zonas urbanas, dado que la responsabilidad de las carreteras principales recae en el Consejo de Mallorca.
Las multas por ruido excesivo de coches y motocicletas varían. Las multas leves van desde 6.000 hasta 12.000 euros, mientras que las multas graves pueden llegar a ser de hasta 300.000 euros.