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Cuando el alcalde de Palma, Jaime Martínez, se enteró de las últimas obras ilegales realizadas en el poblado chabolista de Son Banya, su respuesta fue que si hubiera dependido de él, habría enviado de inmediato a las excavadoras.
Quizás no de manera inmediata, pero el ayuntamiento demolerá la carretera de 90 metros, la rotonda, chozas y otros edificios que han surgido recientemente. “Así como siempre lo hacemos con las obras ilegales”, señala el ayuntamiento.
Los preparativos para esta operación, se dice que están bastante avanzados, contarán con el apoyo de la Policía de Palma y la Policía Nacional, quienes garantizarán que los trabajadores no sean atacados ni hostigados por los residentes de Son Banya.
A finales de enero ya era evidente que algo iba a suceder en Son Banya, ya que se había retirado la basura y se habían derribado algunas barricadas. En febrero, comenzaron los trabajos. A finales de mes, esto resultó en la construcción de la carretera y la rotonda, así como todos los puntos de venta de drogas que se habían establecido cerca de la rotonda.
Los inspectores del ayuntamiento han tomado fotos de todo esto como evidencia de las obras ilegales. También tienen las matrículas de algunos camiones que han entrado y salido en las últimas semanas y quieren identificar a los constructores de la carretera. En cuanto a multar a individuos en Son Banya, esto presenta problemas. En realidad, el terreno es propiedad de la agencia de vivienda Ibavi del gobierno y no del ayuntamiento. Técnicamente, esto podría significar que cualquier persona identificada como responsable podría ser declarada insolvente y no poder pagar multas.
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