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Los técnicos del ayuntamiento de Palma han pasado el viernes revisando la información de planificación del restaurante en Playa de Palma donde la terraza superior se derrumbó el jueves por la noche, lo que resultó en la muerte de cuatro personas.
El ayuntamiento dice que el edificio había pasado una inspección técnica de edificios, que había ligeras patologías que no comprometían la estructura pero que había habido una advertencia sobre el techo. Este último fue posteriormente utilizado como terraza chill-out en el Medusa Beach Club. Fue esto lo que se derrumbó el jueves y causó un colapso adicional en la planta baja. La advertencia de la inspección era que el techo era “no transitable”, lo que significa que no estaba diseñado para ser caminado.
Se llevaron a cabo trabajos en el restaurante durante el invierno. Los procedimientos solicitados están siendo revisados por los técnicos, ya que el techo -o eso parece- no podía soportar pesos pesados y por lo tanto no podía ser utilizado como terraza.
El edificio es propiedad de un tal Bernardo G., que lo alquiló a un empresario conocido en la zona. Fue entonces cuando se habrían llevado a cabo los trabajos que ahora están bajo sospecha.
Óscar Fidalgo, concejal de urbanismo de Palma, dijo el viernes que el ayuntamiento estaba esperando informes de sus técnicos así como de la policía y los bomberos de Palma. Tanto la Policía Nacional como la Policía de Palma están involucradas en la investigación.
Fidalgo añadió: “Pronto tendremos resultados concluyentes; será la próxima semana. El resto es conjetura.”
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