El Movimiento Republicano Australiano (ARM) ha lanzado una campaña etiquetando la próxima visita del Rey Carlos al país como la “gira de despedida” de la monarquía británica. Dicen que la iniciativa, que incluye una colección de mercancía, tiene como objetivo provocar un debate sobre el papel de la Corona en la Australia moderna, pero los monárquicos dicen que es ofensiva. La gira real, del 18 al 26 de octubre, marca la primera visita de un monarca australiano en más de una década y será el viaje más largo del Rey Carlos desde su diagnóstico de cáncer. También llega un año después del fallido referéndum Voz al Parlamento de Australia, que muchos dicen ha frenado el impulso para otro referéndum. El país ya votó en contra de convertirse en una república una vez, en 1999, sin embargo, el apoyo público al cambio constitucional ha crecido desde entonces. En carteles satíricos, camisetas, posavasos de cerveza y otros parafernalia, la campaña de ARM representa al Rey, la Reina y el Príncipe de Gales como estrellas de rock envejecidas e insta a los australianos “jóvenes y mayores” a “despedirse del reinado real”. “Esperamos un jefe de Estado a tiempo completo y plenamente comprometido cuya única lealtad sea para nosotros, un símbolo unificador en el país y en el extranjero”, dijo la co-presidenta del movimiento, Esther Anatolitis, en un comunicado el lunes. “Es hora de que Australia diga ‘gracias, pero lo tenemos de aquí en adelante'”, agregó. La organización citó una investigación que encargó que sugiere que el 92% de los australianos son “partidarios de una república” o “abiertos a ella”, así como un hallazgo que al menos el 40% de las personas encuestadas no sabían que el jefe de estado del país era un monarca extranjero. Sin embargo, sondeo independiente pinta un cuadro diferente, con una encuesta que sugiere que aproximadamente el 35% de las personas quieren seguir siendo una monarquía constitucional. La Liga Monárquica Australiana (AML) ha calificado la encuesta de ARM como “inflada”, mientras también critica su nueva campaña como “terriblemente irrespetuosa con Carlos dada su batalla continua contra el cáncer”. “Debería ser aplaudido por su valentía, no insultado”, dijo el presidente nacional Philip Benwell. El Primer Ministro de Australia es un republicano de larga data, pero su gobierno puso en pausa cualquier plan para realizar una votación sobre la separación de la monarquía británica a principios de este año, diciendo que ya no era un tema prioritario. Durante el fin de semana, el Rey Carlos confirmó que había intercambiado cartas con ARM antes de su visita, reiterando la política de larga data del palacio de que le corresponde a los australianos tomar decisiones sobre su futuro. Las votaciones constitucionales en Australia son poco comunes y difíciles de aprobar, requiriendo una ‘doble mayoría’ – el apoyo de más de la mitad de la nación en general, y una mayoría en al menos cuatro de sus seis estados. Solo ocho de 44 referendos han tenido éxito y casi todos contaron con el respaldo bipartidista. El referéndum de la Voz – que habría reconocido a los pueblos originarios en la constitución y les habría permitido formar un organismo para asesorar al parlamento – fue rechazado abrumadoramente después de un debate intenso.
