Una oleada de violencia de colonos judíos contra palestinos en Cisjordania está despertando la ira de algunos en la comunidad internacional, ya que el gobierno de extrema derecha del primer ministro Benjamin Netanyahu expande oficialmente su control sobre el territorio ocupado al reclamar más tierra y apoyar discretamente a extremistas con respaldo militar tácito, según activistas de derechos humanos.
La Unión Europea sancionó el lunes a cinco colonos israelíes, dos puestos avanzados y un grupo extremista que “son responsables de abusos graves y sistemáticos de los derechos humanos contra los palestinos en Cisjordania”, según declaró el Consejo Europeo, el cuerpo de la UE que representa a los jefes de gobierno de los países miembros. Estados Unidos también impuso sanciones la semana pasada a israelíes y entidades en Cisjordania que el Departamento de Estado dijo que habían incitado a la violencia contra los palestinos o habían invadido tierras palestinas.
Paz Ahora, una organización israelí que monitorea los asentamientos judíos, respondió a las sanciones europeas acusando al gobierno israelí de no hacer cumplir sus propias leyes y de ser cómplice de la violencia de los colonos.
Cisjordania alberga a unos 2,7 millones de palestinos y más de 500,000 colonos. Israel se apoderó del territorio de Jordania en 1967 durante una guerra con tres estados árabes, y desde entonces los israelíes se han asentado allí con aprobación tácita y explícita del gobierno, aunque la comunidad internacional considera en su mayoría que los asentamientos son ilegales, y muchos puestos avanzados también violan la ley israelí. Los colonos están regidos por la ley civil israelí mientras que sus vecinos palestinos están sujetos a la ley militar israelí.
Los palestinos han argumentado durante mucho tiempo que los asentamientos son una anexión progresiva que convierte la tierra necesaria para un futuro estado palestino independiente en un mosaico ingobernable. Pero la guerra con Hamás en Gaza ha dado al gobierno de derecha de Israel, decidido a expandirse en Cisjordania, una forma de respaldar a los colonos que se oponen a la creación de un estado palestino bajo el pretexto de proporcionar seguridad adicional en medio de tensiones crecientes, según algunos grupos de derechos humanos.
El ejército ha cerrado “tantos caminos” en Cisjordania que miles de acres de tierra se han vuelto inaccesibles para los palestinos, dijo Hagit Ofran del proyecto “Vigilancia de Asentamientos” de Paz Ahora en una entrevista telefónica. El ejército instala puertas en nombre de la seguridad, pero el resultado es que corta el acceso de los palestinos a grandes áreas en las que confían, agregó, y eso en última instancia beneficia los objetivos de los colonos.
Cabe destacar que también hay más tropas israelíes estacionadas en la zona que antes de la guerra. “En cada asentamiento, ahora hay soldados de reserva que son colonos y que toman medidas extremistas contra los palestinos”, dijo la Sra. Ofran. “Los soldados colonos son en realidad una milicia armada”.
El ministro de Finanzas de Israel, Bezalel Smotrich, es un colono él mismo y responsable de políticas extremistas destinadas a expandir el control de Israel sobre Cisjordania. El Sr. Smotrich está quitando gran parte de la autoridad militar allí y en cambio poniendo a los colonos a cargo de la administración civil, tomando efectivamente el control, señaló la Sra. Ofran. En un discurso grabado en secreto el 9 de junio, el Sr. Smotrich delineó este programa cuidadosamente orquestado para retirar la autoridad sobre Cisjordania de manos del ejército israelí y entregársela a civiles que trabajan para él mientras desvía la atención internacional.
Desde la perspectiva de algunos en el ejército israelí, la violencia de los colonos es una amenaza para la seguridad de Israel. El general de brigada retirado Yehuda Fox, ex jefe del Comando Central de Israel, que supervisa Cisjordania, reprendió las políticas del gobierno israelí en la zona y condenó la creciente ola de “crímenes nacionalistas” en su discurso de despedida la semana pasada.
Pero a medida que la presencia militar en Cisjordania ha aumentado desde el 7 de octubre, también lo han hecho los enfrentamientos violentos entre palestinos y tropas israelíes destinadas a mantener el orden allí, lo que ha escalado aún más las tensiones en la región ya de por sí tensa.
Las fuerzas israelíes mataron a un hombre en Cisjordania el martes durante enfrentamientos en Al Bireh, según Wafa, la agencia de noticias oficial de la Autoridad Palestina. El ejército israelí no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
El ejército de Israel dijo en las redes sociales el martes que estaba persiguiendo a personas que dispararon contra un automóvil con civiles israelíes dentro en Ramin, un pueblo al noreste de Cisjordania, y agregó que los civiles habían sido ligeramente heridos en el ataque y habían sido evacuados para recibir tratamiento. No dio más detalles.
Las fuerzas israelíes han matado a más de 530 palestinos de Cisjordania desde que comenzó la guerra en Gaza, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas, que sigue la violencia en Cisjordania semanalmente. En su última actualización, la agencia dijo que el ejército israelí mató el 9 de julio a un niño palestino de 13 años en el pueblo de Deir Abu Mash’al, cerca de Ramallah, e hirió a otros tres niños.
El ejército israelí, en respuesta a una consulta sobre el incidente, dijo en un comunicado que desde el 7 de octubre ha habido “un aumento significativo” en los intentos de ataques terroristas en Cisjordania y áreas cercanas, más de 2,000 en total, y que está “realizando operaciones activas” para prevenir el terrorismo. El ejército confirmó el informe de la ONU sobre la violencia el 9 de julio, pero no una muerte ni la participación de niños en el enfrentamiento, afirmando que “terroristas enmascarados arrojaron piedras” a vehículos militares israelíes y un “soldado en la zona respondió con fuego real, alcanzando a uno de los terroristas”.
Matthew Mpoke Bigg y Rawan Sheikh Ahmad contribuyeron con informes.