La vida rural en Mallorca parece estar ganando popularidad, ya que más personas hacen la transición a la vida en el campo.
Solo hace unos pocos años, los edificios antiguos abandonados y deteriorados eran una vista común al explorar el campo de Mallorca. Los viejos edificios agrícolas abandonados eran simplemente parte del paisaje.
Más personas habitando propiedades rurales
Sin embargo, parece que cada vez más personas se están mudando del pueblo a propiedades que posiblemente hayan estado en la familia durante años y rara vez se visiten, o que hayan permanecido inactivas, sin poder alquilarse debido a restricciones legales o a la cantidad de trabajo necesario para hacerlas habitables.
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Según una encuesta realizada en 2022 por el Centro de Política Económica de la institución académica Esade (EsadeEcPol), las Islas Baleares tuvieron un inmenso aumento del 41% en la población rural en toda España, siendo superadas solo por Madrid y las Islas Canarias [Europa Press, Última Hora, 12/02/2022].
Nueva legalización, relajación de normas sobre construcción de propiedades rurales podría aumentar aún más los habitantes
Este número podría ver un aumento aún más significativo debido a un nuevo procedimiento para legalizar construcciones en terrenos rurales, que se implementó en mayo de este año y tiene una duración limitada de solo tres años. Tanto la obtención de permisos de construcción como la solicitud de un permiso de construcción han sido durante mucho tiempo un procedimiento complicado, con restricciones altas y especificaciones precisas. A esto se suma el hecho de que la gran cantidad de normas y regulaciones puede causar grandes retrasos al solicitar construir o desarrollar una propiedad, y todo el proceso puede ser increíblemente estresante. Muchas propiedades en Mallorca han sido construidas ilegalmente, y hasta ahora no ha sido posible legalizar las estructuras, una situación que ha dejado a muchas personas en el limbo o incluso obligadas a derribar un edificio y reconstruirlo según las especificaciones originales a costa del propietario, combinado con una fuerte multa por la construcción ilegal en sí misma.
La nueva legislación, que abarca todo el territorio de las Islas Baleares, no solo Mallorca, permitirá la construcción prescrita de edificios que durante mucho tiempo han estado exentos de cumplir con los parámetros de planificación actuales, ofreciendo esperanza a aquellos que desean legalizar construcciones ya existentes, que originalmente se construyeron sin la autorización legal correcta necesaria. Tales construcciones incluyen porches, piscinas, cuartos de servicio u cualquier otra estructura que se haya añadido a la propiedad sin haber obtenido una licencia antes de realizar el trabajo.
Los propietarios deberán pagar una tarifa para legalizar, la cual aumentará anualmente, y las propiedades desarrolladas no podrán ser utilizadas como alquileres turísticos.