Con casi 11 meses de una guerra devastadora en Gaza, ha surgido un nuevo y grave problema: la polio. Israel ha actuado con rapidez para permitir que los organismos de ayuda de las Naciones Unidas se ocupen de la situación y vacunen a 640,000 niños.
La presión internacional ha llevado a Israel y Hamás a observar pausas en los combates para llevar a cabo la vacunación. La detección de rastros de poliovirus en las aguas residuales de Gaza llevó a la confirmación del primer caso de polio en 25 años en la región.
Un brote de polio agravaría la crisis humanitaria en Gaza, afectando a 2.2 millones de palestinos y generando condenas internacionales a Israel. Los bombardeos han destruido la infraestructura de tratamiento de aguas residuales, lo que facilita la propagación de la enfermedad.
La vacunación no solo beneficia a Gaza, sino que también protege a Egipto e Israel. Israel ha accedido a pausas en los combates tras la presión del secretario de Estado de EE. UU., Antony J. Blinken, para evitar la propagación de la polio.
Las agencias de la ONU comenzarán la campaña de vacunación masiva en Gaza, administrando dosis de refuerzo después de cuatro semanas. Se necesitarán alrededor de 2,100 trabajadores sanitarios y de ayuda para llevar a cabo la vacunación en la región.
La polio ha afectado a numerosos niños en Gaza debido a las condiciones insalubres y la falta de servicios sanitarios. La campaña de vacunación llegará tarde para Abdul Rahman Abu Al-Jidyan, un niño que contrajo la enfermedad debido a la falta de vacunas rutinarias.
Israel ha accedido a las pausas humanitarias para permitir la vacunación, aunque se mantiene firme en su postura de no detener los combates en toda la región. La colaboración internacional es crucial para detener la propagación de la polio en Gaza.