A local hospital in Gaza City reported that at least 29 Palestinians, including children, were killed in an Israeli air strike on a residential building in the east of the city. The Hamas-run Civil Defence agency stated that warplanes targeted the area near al-Hawashi mosque in the Shejaiya neighbourhood on Tuesday morning. Initially, 23 people were reported dead, but first responders were still searching for others trapped under the rubble. The Israeli military claimed they targeted a “senior Hamas terrorist” responsible for planning and executing attacks in the area, using precision weapons to minimize harm to civilians. The military also accused Hamas of using the civilian population as human shields.
Videos from Shejaiya showed the bodies of children being carried away from the rubble by distraught relatives and rescue workers. Residents described the area around the building as overcrowded with displaced people and homes. The strike caused massive destruction and panic among the residents.
Hamas condemned the Israeli military’s actions as a “bloody massacre”. Thousands of residents had fled the area last week after an evacuation order, but many families remained in the targeted location. The ongoing conflict has resulted in a high number of casualties and displaced persons in Gaza, with the UN warning of severe shortages of essential supplies due to the blockade imposed by Israel.
Hamas utilizó esta ayuda para reconstruir su máquina de guerra”, dijo el portavoz Oren Marmonstein.
El lunes, los jefes de seis agencias humanitarias de la ONU describieron la afirmación de Israel de que había suficiente comida para los 2.1 millones de habitantes de Gaza como “lejos de la realidad sobre el terreno”.
Pidieron la protección de civiles, la facilitación de la entrega de ayuda, la liberación de los rehenes retenidos por Hamas y la renovación del alto el fuego.
Los mediadores continúan tratando de resucitar el alto el fuego, que comenzó el 19 de enero y vio a Hamas liberar a 33 rehenes israelíes -ocho de ellos muertos- y cinco rehenes tailandeses a cambio de unos 1,900 prisioneros palestinos y un aumento en la ayuda humanitaria que entra en Gaza.
Israel dijo que reanudó su ofensiva debido al rechazo de Hamas a aceptar una propuesta de extensión de la primera fase del acuerdo de alto el fuego y la liberación de más de los 59 rehenes que aún mantiene, de los cuales se cree que hasta 24 están vivos.
Hamas acusó a Israel de violar el acuerdo original, según el cual habría una segunda fase en la que se entregarían todos los rehenes vivos restantes y se pondría fin a la guerra de forma permanente.
El ejército israelí lanzó una campaña para destruir a Hamas en respuesta a un ataque sin precedentes en la frontera el 7 de octubre de 2023, en el que murieron unas 1,200 personas y 251 fueron tomadas como rehenes.
Más de 50,840 personas han muerto en Gaza desde entonces, según el ministerio de salud del territorio.
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