DAKAR, Senegal (AP) — Un ataque aéreo dirigido a un grupo armado en el noroeste de Nigeria mató por error al menos a 10 civiles, dijo el ejército de la nación de África Occidental el viernes.
Los aldeanos murieron el Día de Navidad cuando la fuerza aérea atacó una base logística del grupo insurgente Lakurawa en el área de Silame del estado de Sokoto, Edward Buba, portavoz de defensa de Nigeria, dijo a los periodistas en una conferencia de prensa.
El jueves, el gobierno del estado de Sokoto dijo que la fuerza aérea bombardeó por error a los aldeanos en las primeras horas del miércoles en un intento de desalojar a los insurgentes de la zona.
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Sin embargo, el viernes, Buba dijo solo que los insurgentes de Lakurawa fueron alcanzados directamente por municiones y que los civiles murieron por “explosiones secundarias”.
El grupo insurgente de Lakurawa comenzó a infiltrarse en el país más poblado de África después de una ola de golpes de Estado que interrumpieron las relaciones de Nigeria con los vecinos Níger, Malí y Burkina Faso, dañando su capacidad para cooperar en amenazas transnacionales.
Ganando inicialmente el apoyo local al ayudar a las comunidades a defenderse contra los ladrones de ganado armados, el grupo luego buscó imponer estrictas leyes islámicas en las comunidades fronterizas de los países de habla francesa.
Los ataques aéreos a civiles ocurren con frecuencia en el país. El año pasado, al menos 85 civiles murieron cuando un ataque con drones del ejército apuntó erróneamente a una reunión religiosa en el noroeste de Nigeria.
Desde 2017, alrededor de 400 civiles han muerto por tales ataques accidentales del ejército, según la firma de seguridad SBM Intelligence con sede en Lagos.
Antes de los insurgentes de Lakurawa, Nigeria había estado luchando contra Boko Haram en la parte noreste del país. Boko Haram lanzó una insurgencia en 2009 para establecer su interpretación radical de la ley islámica, o Sharia, en la región.
El grupo se ha dividido desde entonces en diferentes facciones, que juntas han causado la muerte de al menos 35,000 personas y el desplazamiento de más de 2 millones, así como una crisis humanitaria con millones de personas que necesitan urgentemente ayuda extranjera.