Llegar a la playa fósil de Aguamarina en Orihuela Costa se está convirtiendo en un peligro cada vez más difícil de manejar. Su acceso, a través de una empinada escalera, supone un desafío arriesgado para los residentes y visitantes que frecuentan la cala, debido al mal estado de la escalera de concreto en su tramo final, donde no hay barandilla de seguridad y donde los peldaños prácticamente han desaparecido.
Durante los meses de verano, el flujo de usuarios en esta playa aumenta debido al cierre del paseo marítimo, en frente de la urbanización Bellavista I, que impide el acceso a la playa de La Caleta.
Desde el cierre del paseo en diciembre de 2021, un tramo de apenas 60 metros de longitud, el público ha tenido que dar un rodeo de dos kilómetros para llegar a La Caleta, lo cual para muchos, ya sea de edad avanzada o cargados con tumbonas y sillas, es un esfuerzo adicional demasiado grande.
En las últimas semanas, se ha llevado a cabo mantenimiento en el sendero peatonal de la microrreserva de Punta La Glea, sin embargo, las escaleras de acceso, que “están en un estado peligroso”, advirtió la Asociación de Vecinos de Cabo Roig y Lomas, la cual ha enviado una carta a la Conselleria de Ciudad, Costas y Medio Ambiente para llevar a cabo reparaciones con carácter de urgencia para “prevenir accidentes, así como para garantizar la seguridad de las personas y evitar futuras reclamaciones por responsabilidad.”
“El riesgo para las personas que intentan bajar a la playa fósil es evidente.” La carta señala que es aconsejable “actuar antes de un accidente con consecuencias impredecibles”, añadiendo también una barandilla integrada en el entorno que permita un acceso seguro.
Foto cortesía de AVCRL