En los últimos tres años, el Ayuntamiento de Orihuela ha fallado en abordar la reparación de un socavón causado por la DANA de 2019 en el Área Especial de Conservación (SAC) de Cabo Roig.
Esta área, designada por su importancia ambiental, está sufriendo abandono, con falta de mantenimiento, especies invasoras sin control, basura acumulada y una creciente presión urbanística.
Conocido localmente como “el muro de las lamentaciones”, se construyó un muro de contención a lo largo de la pendiente que da hacia la playa de Cabo Roig para reparar un importante socavón que se produjo durante las lluvias de la DANA de 2019. A pesar de las repetidas llamadas de los residentes preocupados por los peligros que representa la zona dañada, el Ayuntamiento solo realizó las reparaciones en junio de 2022 tras obtener la aprobación del Servicio Provincial de Costas.
Sin embargo, esta aprobación vino con la condición de que el muro debía integrarse en el paisaje en un plazo de un año, tarea que aún está incompleta.
Esta falta de abordar la integración del muro se ha vuelto aún más significativa, ya que el Gobierno Regional Valenciano ha centrado su atención en esta área, reconociendo su mal estado de conservación.
El SAC está sufriendo una falta de control sobre especies invasoras, basura generalizada, hacinamiento en zonas frágiles y una creciente presión por el desarrollo urbanístico.
El litoral de Cabo Roig, que anteriormente fue clasificado como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) en 2001 e incluido en la Red Natura 2000 en 2007, ha sido reclasificado como Área Especial de Conservación.
Este cambio vino con la aprobación de medidas de conservación destinadas a proteger la integridad ecológica del área y prevenir un deterioro adicional.
Ante estas cuestiones, Unidos por la Costa, una organización vecinal que representa a cerca de 1.000 residentes, propietarios de viviendas y negocios locales, ha enviado formalmente una carta al Ministerio de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio.
La carta insta al ministerio a evaluar el estado actual del área, especialmente dado que un nuevo decreto aprobado por el Ayuntamiento sobre gestión costera requiere un inventario y un plan de acción para la zona. El objetivo es que el ministerio identifique las deficiencias y las aborde directamente o inste a las autoridades responsables a actuar.
Además de la cuestión no resuelta del muro, el grupo también destaca el deficiente mantenimiento del sendero peatonal alrededor de la playa de Cabo Roig. Esto incluye caminos deteriorados, escaleras, señales, vallas y limpieza general. Existen preocupaciones de que la continua negligencia pueda provocar deslizamientos de tierra que hagan que el paseo superior se derrumbe, representando un riesgo significativo para la seguridad pública.
Otro punto de preocupación es el acceso a la “Playa Fósil”, un lugar popular para bañistas, que se encuentra en un peligroso estado de deterioro. A pesar de numerosas solicitudes al Ayuntamiento para su rehabilitación y mejora de medidas de seguridad, la zona sigue siendo peligrosa.
Finalmente, el grupo señala que la falta de campañas de comunicación sobre la importancia ecológica del área costera y las normas para su uso ha llevado a un bajo nivel de conciencia entre residentes y visitantes.
Esta falta de educación se percibe como una oportunidad perdida para promover la belleza natural del área y su potencial para el turismo basado en la naturaleza. Sin una adecuada gestión, el riesgo de degradación ambiental sigue aumentando, amenazando la sostenibilidad a largo plazo del área.
Crédito de la imagen: unidosxlacosta