Aparece una raya en aguas de Sóller.

Una espectacular raya, posiblemente de hasta cinco metros de longitud, fue enganchada por un asombrado entusiasta de la pesca que había aprovechado el buen tiempo para aventurarse al mar cerca de Sóller. El video, grabado por Pep Toni Vicens, captura el tamaño imponente de la raya, que dejó una impresión significativa en los espectadores, todos experimentados en el campo y ansiosos por documentar semejante presencia notable.

Afortunadamente, la raya logró finalmente liberarse y nadar lejos, dejando recuerdos duraderos y metraje cautivador para los involucrados. Este evento extraordinario una vez más destaca la capacidad del Mediterráneo para sorprender.

Las rayas son un grupo de rayas marinas, un tipo de pez cartilaginoso clasificado en el suborden Myliobatoidei del orden Myliobatiformes. Consisten en ocho familias, incluyendo Hexatrygonidae (raya de seis aguijones), Plesiobatidae (raya de aguas profundas), Urolophidae (rayas), Urotrygonidae (rayas redondas), Dasyatidae (rayas de cola de látigo), Potamotrygonidae (rayas de río), Gymnuridae (rayas mariposa) y Myliobatidae (rayas águila). Hay aproximadamente 220 especies conocidas de rayas, organizadas en 29 grupos. Estas diversas familias ilustran la amplia gama de hábitats y adaptaciones que las rayas han desarrollado para prosperar en sus entornos.

Las rayas son comunes en aguas marinas tropicales y subtropicales costeras en todo el mundo. Algunas especies, como la raya de cola de espinas (Dasyatis thetidis), habitan en océanos templados cálidos, mientras que otras, como la raya de aguas profundas (Plesiobatis daviesi), viven en el océano profundo. Ciertas rayas, como las rayas de río y la raya del Níger (Fontitrygon garouaensis), están restringidas a ambientes de agua dulce. La mayoría de las rayas son demersales, viviendo cerca del fondo marino, pero algunas, incluyendo la raya pelágica y las rayas águila, son pelágicas, viviendo en el océano abierto. Sus estrategias de alimentación son diversas, desde triturar moluscos con caparazón duro hasta filtrar plancton con estructuras especializadas.

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Las rayas no suelen ser agresivas y atacan a los humanos solo cuando son provocadas, a menudo cuando son pisadas accidentalmente. Sus aguijones pueden causar trauma local, dolor, hinchazón y calambres musculares por el veneno, a veces provocando infección. Aunque las lesiones son muy dolorosas, rara vez son mortales a menos que se perfore una zona vital.