Un anillo de bodas que el granjero Johannes Brandhuber perdió mientras alimentaba a sus vacas en su granja en Simbach am Inn, en el sur de Alemania, apareció más tarde en una carnicería local, informó el Passauer Neue Presse el martes. Brandhuber, de 32 años y casado hace solo dos años, perdió el anillo una mañana de domingo en noviembre y pensó que estaba perdido para siempre, solo para recibir una llamada telefónica cuatro meses después de Josef Steinleitner, un carnicero en Vilshofen an der Donau, a unos 50 kilómetros de distancia. Su personal había encontrado el anillo en el rumen de una vaca llamada Herzal, Steinleitner reveló. “Nunca he visto algo así. Es único”, dijo Steinleitner, un carnicero con más de 40 años de experiencia. El hallazgo se produjo solo porque su operación familiar de 135 años aún sacrificaba a mano, dijo. “Es una coincidencia afortunada encontrar algo tan pequeño”, dijo. Notó que pequeños objetos metálicos, como tornillos, a menudo podían encontrar su camino en el rumen, un compartimento grande en el sistema digestivo de una vaca. Brandhuber dijo que había perdido casi toda esperanza de que se encontrara el anillo, mientras que su esposa no lo había hecho. “Ella estaba muy contenta”, dijo. Al notar la pérdida, había buscado en el establo de arriba a abajo, sin éxito, antes de salir a comprar otro anillo. El anillo original estaba muy desgastado después de meses en el rumen de la vaca, y las iniciales solo se podían distinguir. La vaca había sido nombrada por un punto blanco en forma de corazón en su frente.
